EJEMPLOS DE VIDA
La Madre Angélica
Una gran mujer ha sido recibida por el Señor. Partió la madre Angélica, una monjita de claustro que montó el más grande canal de televisión católico del mundo. Quizás para hablar de ella se necesitarían muchas páginas, su vida fue prodiga, no solo como religiosa clarisa que era, sino como emprendedora.
Conocí personalmente a la madre Angélica en el año 2000, cuando me encontraba en la instalación del canal Teleamiga. Busqué contacto con ella y me invitó a visitar sus estudios de televisión de EWTN, que significa Eternal Word Television Network, traducido: red de televisión de la palabra eterna. Yo quería saber cómo ella había logrado esa obra, qué me podía contar que me sirviera en el propósito que me encontraba de hacer un canal católico para Colombia. Contacté a una persona conocida que trabajaba allá y me apoyé del padre Juan Pablo Rodríguez (q.e.p.d), salesiano que hacía unos programas de radio para esa cadena. La religiosa me invitó a hospedarme en su comunidad. Ella ordenó enseñarme todo respecto a televisión, sin reservas, fueron muy amplios.
Al siguiente día se reuniría conmigo, pero me invitaba al programa que iba a pasar en vivo ese día, a las 7 de la noche. Una vez en los estudios, la madre llegó en una silla de ruedas conducida por un ayudante, antes de subir al plató se dirigió caminando apoyada en dos muletas a saludar al público, se acercó a mi y me extendió sus manos tomando las mías, cariñosamente me dijo: “no sabía que el Divino Niño había crecido tan pronto” . Guauuuu, qué piropo, quedé sorprendido, nunca antes me habían dicho algo así. Sucede que la madre, cuyo nombre verdadero era Ritta Rizzo, de origen italiano, supo la historia del Divino Niño en Colombia y que el sacerdote promotor era el padre salesiano Juan Rizzo, entonces ella fue a Bogotá en los años noventas y adoptó esta devoción para su obra.
Al día siguiente, once de la mañana, la madre me recibía y me dedicó un par de horas. Me contó su historia y me obsequió su libro autobiográfico. Me dio muchos consejos para el montaje del canal que me proponía. Le dije: Madre, yo no voy a hacer un canal como el suyo, este será laico católico, más no religioso. Quiero tirar la red al océano. Ella apoyó esa idea y me dio tres consejos: 1. Absoluta fidelidad, comunión y obediencia con la Santa Iglesia; 2. Sana doctrina; y 3. Nunca le des un espacio a un fanático, porque se te queda con el canal. ¡Que sabiduría! Que Dios tenga en su gloria a esta gran mujer.