Diego Arango* | El Nuevo Siglo
Jueves, 19 de Noviembre de 2015

“Enfrentar a grupos fanáticos no es fácil”

ATAQUES INDISCRIMINADOS

Fanatismo, terrorismo y muerte

 

ES  muy serio lo que está pasando en el mundo, no es nada nuevo, las Naciones Unidas lo saben, países como Estados Unidos, Israel, Inglaterra, Alemania, España, Japón, Túnez, Kenia, Turquía y ahora Francia han sido víctimas de ataques terroristas indiscriminados contra la población civil. Lo más preocupante ya no son los ataques sucedidos en más de una década de terrorismo, sino la insistencia de estos grupos que mutan al ser combatidos y casi aniquilados como ha sido el caso de Hezbolá, Al Qaeda y algunos otros. Ahora es el Estado Islámico, un reducto de todos aquellos recompuesto y dispuesto a ser más temerario en sus acciones.

En nombre de Dios, Alá para ellos, se cometen los más terribles crímenes con base en atentados indiscriminados contra la población, cualquiera que sea la condición, nacionalidad, estado social o económico. Eso no importa, lo que vale es calmar la ira de Alá contra los impuros, los pecadores dándoles muerte y dejando un mensaje del castigo a sus enemigos. A esto le llaman el yidha o guerra santa, una consigna tomada del Corán, libro sagrado de los musulmanes, en que incita a las personas a desatar una guerra sin cuartel contra el mal. Pero cuando la religión se interpreta arbitrariamente y a su antojo se cometen las peores barbaries. Es así como estos grupos decidieron interpretar a su manera esta figura del Corán, que en su esencia la yidha sí es una guerra santa, pero de la persona consigo misma, cuando es tentada por el mal, cuando la persona llevada por la codicia, el desenfreno, el desorden y el alejamiento de Dios, entonces se convierte en un infiel, por eso invita a la lucha contra ese mal. Pero los fanáticos fundamentalistas islámicos sunnitas, lo interpretan a su manera y eso hace que arremetan contra los países y su población. De ahí que siempre escogen sitios muy particulares como estadios, restaurantes, salas de conciertos, discotecas y demás, porque es a ellos, a los pecadores que Alá envía a castigar.

Pero el asunto no solo es ese y queda ahí, detrás de todo aquello está una fuerte lucha por el poder y el dinero. Sórdidos intereses económicos relacionados con el petróleo financian estos grupos. Igualmente algunos gobiernos disimuladamente apoyan a esta gente, vendiéndoles armas, alojándolos en sus territorios, permitiéndoles el contrabando, hasta el narcotráfico y otras actividades ilícitas para sembrar terrorismo mundial y así poder beneficiarse de la situación. En el orden mundial este problema es muy preocupante, pues enfrentar a estos grupos fanáticos que cometen atentados con disposición de inmolarse, no es fácil para los gobiernos, que no pueden parar las actividades pero que siempre están expuestas a planes permanentes y audaces que toman al mundo por sorpresa.

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*Presidente Canal Teleamiga Internacional