Diego Arango* | El Nuevo Siglo
Jueves, 25 de Junio de 2015

RITOS OSCUROS

El conjuro a Colombia en Cuba

Sorprendidos  estamos cuando en las mesas de diálogo por la paz, se presenta una santera yoruba de la religión orisha, llamadas babalao, que son una especie de sacerdotisas orula, una clase de adivinos o adivinas que a través de ritos extraños de invocación a espíritus, aparecen haciendo por medio de un riego simbólico sobre toda Colombia con fines de conjuros a propósitos desconocidos para mucha gente.

Pues bueno, veamos el alcance de estos actos. Nada se hace por azar, todo tiene un propósito y un acto de esta naturaleza así no se crea tiene poder e influencia, pues naciones como Cuba, Venezuela, Haití, Nigeria y muchas otras operan espiritualmente por medio de estas creencias. Así como los cristianos creemos y consagramos nuestra nación al Sagrado Corazón de Jesús por medio de nuestra fe. Entonces permitir la consagración a ritos oscuros que secan y esterilizan a las naciones, no es nada conveniente para Colombia, ni se debería permitir, cualquiera que sea la intención de quienes lo propusieron, que sin lugar a dudas fueron los miembros de la guerrilla seguidores de esas creencias de santería, influidas por los cubanos y venezolanos. Si de verdad esa consagración fuera tan buena y efectiva, por qué no les ha funcionado en sus países, siendo lo contrario. A Cuba y Venezuela los ha sostenido no la santería, sino más bien la fe cristiana de la gran mayoría de su gente. Es el caso de la isla de Cuba donde el Papa Juan Pablo II y Benedicto XVI ya han estado, como así próximamente el Papa Francisco. Yo conozco bien a Cuba y si bien es cierto que la santería allá es muy grande, más grande es el cristianismo tanto católico como evangélico y en Venezuela igual, y es eso lo que no ha permitido una total entrega de esas naciones a las fuerzas espirituales contrarias a la voluntad de Dios.

Es preocupante y ahí se ve, que los guerrilleros también pretenden influir en el país con esas creencias oscuras y lo hacen ya públicamente desde La Habana y en el recinto donde se llevan a cabo las mesas de negociaciones. Debería la Iglesia pronunciarse y hacer una misa allá mismo oficiada por el padre Darío Echeverri, secretario general de la comisión de paz. No se puede dejar ese terreno suelto a esa gente, porque aunque muchos no lo crean, esos rituales surten efectos, por lo tanto es necesario orar y romper esa atadura de Colombia hecha en Cuba a través del conjuro yoruba, nada sano para nosotros y no terminar con los orishas y deidades como changó, ajá, yemayá, yeguá, orula, baba y tantos otras deidades negativas que tienden a remplazar a Nuestro Señor Jesucristo, a la Santísima Virgen, a los ángeles cristianos y a los santos que edifican nuestra fe.  

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*Presidente Canal Teleamiga Internacional