Paz sin crimen
Creo que no existe un solo colombiano que no quiera la paz, es un clamor nacional. Desde luego que Colombia sería un maravilloso país libre de crímenes, de guerrilleros, narcotraficantes, bandidos y ladrones. Ese es el gran anhelo colombiano, la paz en todo sentido. Ahí el país cambia para bien, la producción se dispara, fluyen los grandes ingresos de dinero y muchos de los males que sufrimos ahora a causa de la pobreza y la guerra, pasarán a ser historia. Colombia sería otra donde florezcan los valores y podamos vivir como hermanos en medio del progreso, con justa repartición, con igualdad de oportunidades, con equidad y abundancia para todos.
Esta premisa llena de buenas intenciones y de una enorme visión, queda empañada por la crueldad, sevicia, cobardía e hipocresía de las Farc, que mientras negocian en La Habana, presentan propuestas y se discute el país, ellos siguen ordenando crímenes atroces como el sucedido en Tumaco recientemente donde utilizaron niños y atacaron a los comandos policiales y de paso a la población civil. Cuando ellos firman un acuerdo para dejar el negocio de las drogas, sus frentes continúan narcotraficando. Cuando ellos hablan de paz los secuestros se mantienen, lo mismo que la extorsión y chantaje. Entonces ¿qué tipo de paz es esa que se negocia? Esta es la pregunta de los colombianos, por eso una gran mayoría no cree en ese proceso que lleva unos tres años y nada que se da. El presidente Santos al igual que el expresidente Pastrana con el Caguán, obran de buena fe, confiando en esa gante, pero la realidad viene por otro lado y el colombiano ya lo sabe.
Todo lo anterior debilita la reelección del presidente Santos, pues la gente se encuentra fatigada de esa guerra y el cinismo de las Farc. Todos queremos la paz pero sin impunidad, sin más narcotráfico, sin más secuestros, sin más extorsiones ni boleteos, pero especialmente sin más reclutamiento de niños y por último la paz sin crímenes, porque de no ser así, no sería ninguna paz. Pensémoslo bien y analicemos si lo que más nos conviene es ese proceso ya muy viciado o, por el contrario, uno nuevo pero con más firmeza, con más carácter y sin el riesgo de entregar al país. Queremos la paz pero sin crimen.
*Presidente Canal Teleamiga Internacional