Mensaje de despedida en Rio
Con un hasta pronto y recen por mí, se despidió el Papa Francisco de millones de jóvenes con quien compartió durante siete días en su visita a Rio de Janeiro -Brasil-. En una misa en la que millones de personas se posaron en las playas de Copacabana, el Papa exhortó a la juventud a ser rebeldes con las formas provisionales de ver la fe. Que el matrimonio es un sacramento y no está pasado de moda, lo contrario está llamado a santificarse a través de la familia. El Santo Padre invitó a la juventud a evangelizar para derrumbar las barreras del egoísmo, de la intolerancia y el odio, convocándolos a la construcción de un mundo nuevo. Pidió ser generosos con Cristo, de testimoniar el Evangelio para destruir el mal y la violencia. Otra solicitud del Papa a los jóvenes fue la de dejar la indiferencia e internarse en la política y los problemas sociales, no dejándose ganar por la apatía. Que sean ellos los protagonistas del cambio.
De otra parte el Santo Padre Francisco en su reunión con el Celam, Conferencia Episcopal Latinoamericana, recalcó que les hablaría como obispo, pidiéndoles que no se ofendieran pero que quería decirles que en cuestiones pastorales la Iglesia se encuentra muy atrasada. En esto les pidió a los obispos ser pastores sencillos y austeros, que salieran a las calles siendo cercanos a la gente y no hombres que tengan sicología de príncipes.
Con esta primera salida en su pontificado, Francisco ha comenzado a mostrar su talante de Papa popular, de testimonio del Evangelio de cara al pueblo cristiano, a imitación de Cristo que recorría los pueblos y caminos de la Judea sanando gente, imponiendo manos, curando enfermos, haciendo liberaciones, expulsando demonios, todo aquello base del cristianismo. La religión católica ha sido históricamente la más popular de todas las religiones desde su fundador Jesucristo que siempre estuvo frente a la gente.
El Papa Francisco retoma el modelo de pastor popular y con ello envía un mensaje a los pastores de la Iglesia y de manera abierta los invita a hacer lo mismo, a sacar a Jesucristo a las calles para que el pueblo lo vuelva a sentir como su redentor y solución de sus problemas, con esto los aleja de esas nuevas manifestaciones que tanto deslumbran a las personas como el protestantismo evangélico, la nueva era y demás tendencias que alejan a los católicos de las iglesias, llevándolos a sus seudocultos atraídos por la cercanía y novedad. Por último el Papa fue enfático en que el sacerdocio para mujeres no va, que esa puerta está cerrada, pero que deben ir más allá de ser sólo monaguillas. Con humildad dijo que él no era quien para juzgar a los homosexuales, pero que el hacer lobby a esa tendencia como también la de los masones, era un grave inconveniente. En fin, el Santo Padre ha dejado a la luz su estilo de hombre sencillo, popular y profundo.
*Presidente Canal Teleamiga Internacional