Diego Arango* | El Nuevo Siglo
Jueves, 23 de Abril de 2015

AUTOPISTAS

De segundo piso

Una  ciudad tan atrasada en su infraestructura vial, donde hace unas dos décadas no se desarrollan vías. Con un millón trescientos mil vehículos, 450 mil motocicletas, deficiencia de transporte público y pésimo estado de la malla vial. La solución para el desembotellamiento son las conocidas autopistas de dos pisos. Estas se hacen por concesiones público-privadas, las APP, cuyas inversiones no afectan el presupuesto de la urbe. Esta iniciativa dotaría a la ciudad de una malla vial aérea, permitiendo el desplazamiento vehicular de manera más rápida. Evitarían los trancones y muchos otros peligros de accidentes y muerte de peatones entre otros.

El Gobierno nacional y la Agencia Nacional de Infraestructura tienen un proyecto muy adelantado para una autopista de segundo nivel, entre el barrio Venecia de Bogotá y Soacha, para descongestionar la Autopista Sur. El alcalde Petro ya anunció su oposición a este proyecto por considerar que es un beneficio a quienes van de turismo a Melgar y Girardot. ¡Que ignorancia y atraso! El alcalde retardatario se ubica en la época de la colonia. ¡Cómo se le ocurre decir semejante barbaridad! Si quienes más se beneficiarán serán aquellos que viven en esos sectores, porque se descongestionaría la Autopista Sur, permitiendo a los habitantes de Bosa, San Mateo y otros sectores más, un alivio al acceso a sus barrios. La gente del Distrito, siguiendo la misma ideología del alcalde, alegan que las autopistas de segundo nivel dañarían el paisaje urbano, como si ellos no tuvieran ojos para ver el estado de deterioro de la ciudad, la mugre, los huecos, los andenes, las fachadas, los puentes, zonas verdes, paredes, la indigencia y, bueno, miles de cosas más que tienen acabada a la capital.

Pero volviendo a estos proyectos sería interesante que se realizaran, no solamente hasta Soacha, se debería conectar una gran autopista aérea como hicieron en el D.F. en México, de punta a punta. Esta autopista que atraviese Bogotá. Es decir, desde Soacha hasta La Caro, cruzada por dos vías aéreas más hacia el occidente, una por la avenida 26, que sirva al aeropuerto y continúe hasta Funza y otra por la calle 80 hasta Siberia. Es hora de ponerle pecho al progreso, porque de no hacerlo, tendremos gravísimos problemas en los próximos años, que pondrán en peligro de colapsar a la ciudad. Las grandes metrópolis del mundo, están optando por soluciones de este tipo, avanzadas, audaces y futuristas.

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*Presidente Canal Teleamiga Internacional

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