Días difíciles | El Nuevo Siglo
Jueves, 2 de Marzo de 2017

EL mayor consuelo que tiene hoy Colombia es que al mundo le va igual o peor. Un pésimo inicio de temporada para la economía global, mal arranque para América Latina y bimestre crítico para Estados Unidos y Europa.

El concierto internacional es incierto, nadie parece sentirse a gusto con lo que pasa en economía, política, refugiados, migrantes y corrupción.

El comienzo de 2017 no podía ser peor. La incertidumbre y desconfianza imperan en mayoría de regiones donde hay abuso de poder, restricciones contra forasteros, falta de gobernabilidad, aumento del desempleo, pobreza, hambre, desnutrición y analfabetismo.

La inseguridad vuelve a amenazar concordia mundial. En Colombia hay un ambiente de temor, dudas y pesimismo. La inseguridad vuelve a rondar,  delincuencia crece, hurtos aumentan, atracos se multiplican y sube la fiebre por el dinero fácil.

Son días difíciles donde no se honran la palabra ni la buena fe.

Ser dignos de crédito cuesta caro. No hay mucha gente de fiar. La trampa, el odio, mentira, venganza, insolidaridad, carencia de afecto, respeto y amor, ondean banderas nacionales.

La juventud desaprovechada, echada a su suerte, al azar de lo que traiga el enrarecido porvenir. Desempleo, inequidad, exclusión y comunidades olvidadas, un cultivo de zozobra social que enrarece el ambiente.

No es seguro andar con o sin celular en cualquier barrio de Bogotá. Los hispanos tampoco se sienten cómodos en Nueva York. En España, Londres, Berlín, Roma y París, los latinos no están prósperos, cada mes mandan menos remesas a sus países.

Enero y febrero fueron inciertos para pobres y ricos, para gobiernos y empresas. Nadie salió bien librado del desconcierto internacional.

El Presidente norteamericano, Donald Trump, matizó el escenario provocando rebeliones sociales y protestas populares contra su mandato. Ni el anuncio de nuevos empleos, rebaja de impuestos, reformas en salud e inversiones en infraestructura, apagaron el incendio causado por sus políticas migratorias.

Los hispanos en Estados Unidos, unos 60 millones de personas incluyendo caribeños, se envalentonaron contra Trump, presionan y cuestionan sus anuncios contra indocumentados.

Economía estadounidense sigue acusando lenta inversión, desempleo y déficit en vivienda. Las industrias aún no se reacomodan y multinacionales no deciden si volver a casa o seguir afuera.

Recetas Trump para reactivar economía y comercio exterior aún no se sienten. El centro de atención pasa por hispanos y migrantes, indocumentados y México.

La eurozona aún no conoce cuál será el rumbo de la política exterior norteamericana ni el norte de su economía nacionalista.

En Latinoamérica casi todo patas arriba, escándalos de corrupción y gobiernos dominantes, inflación fuera de órbita, desocupación, miseria, inseguridad y desplazados.

No es buena época para partir en busca de nuevos horizontes o del sueño americano. Tal vez, tampoco es buena idea quedarse en tu país, aunque mejor malo conocido que bueno por conocer.

Colombia no está mejor que el mundo. Su economía crece poco y no hay buena opinión del Presidente Santos.

El consumo no se repone y es señal de que las cosas no van bien.