DIANA SOFÍA GIRALDO | El Nuevo Siglo
Viernes, 23 de Mayo de 2014

Un Presidente para Fundación

 

¿A   alguno de los candidatos presidenciales le importa la tragedia  que sacrificó 33 niños y que enluta hoy a la Colombia de verdad?

¿Alguno fue a abrazar esos hogares destrozados, en donde en medio del horror surgieron manitas generosas que prefirieron salvar a otros más pequeños, antes que salvarse a sí mismos?

¿Alguno pregonó valores como el amor, la solidaridad, la fe, la esperanza que brotan en Fundación, en medio del horror?

¿A cuál de ellos les preocupan los miles de sarcófagos rodantes que transitan por las carreteras de nuestro país?

Fundación es el espejo donde se refleja la degradación de la campaña presidencial. Mientras el pueblo espera a sus niños para enterrarlos, los colombianos de bien, que son la mayoría, ruegan porque los nuevos encargados de dirigir el Estado, miren los problemas reales de la gente, que no se solucionan mientras sigan dedicados a exhibir las lacras ajenas, reales o inventadas.

A menos de  48 horas de las elecciones, todo puede pasar. El juego está abierto. Lo ve el ciudadano corriente, que resultó menos tonto de lo que se presumía. La propaganda en televisión, que es el terreno decisivo en esta batalla electoral, no logra enmascarar las intenciones. Los estamos viendo tal como son, porque un primer plano nunca miente, delata. Y de tanto mal, siempre hay un bien. Entre las acusaciones, se asoman verdades antes vedadas a las mayorías.Tiraron del mantel, sin percatarse de que la sopa estaba hirviendo. Y paradójicamente a más asesores, más desnudos los candidatos. Será una elección histórica, pero no por el proceso de paz. ¿Una paz a costa de una fractura definitiva entre los colombianos?

Todavía hoy las intenciones de voto están cambiando. Es una campaña emocional. Se asimila a un reality, y si se analizan los últimos de la televisión colombiana, se descubre que la gente termina votando por el que consideran buena persona o el menos malo. Votan por el que ven como perseguido, al que los otros atacan, al que han victimizado, independientemente de sus calidades para la actuación. Como le escuché decir alguna vez a un gran dirigente colombiano: “Es como pegarse un tiro en el oído”

La estrategia mediática televisiva está rindiendo frutos,  llevará muchos electores a las urnas. Los indecisos y los partidarios del voto en blanco se expresan cada vez más a favor de Enrique Peñalosa y Marta Lucía Ramírez, quienes han puesto al aire una propaganda electoral creíble. Los seguidores de Óscar Iván Zuluaga se ratifican en su voto y se recogerán nuevos votos de quienes lo ven como una víctima defendiéndose, además el comercial de la joven de blanco con una paloma de la paz, es excelente. El candidato Presidente no cosechará nuevos votos en esta guerra mediática. Acataron muy tarde sus asesores a mostrar los buenos resultados económicos de su gobierno y Clara López, inteligente y bien estructurada, despierta aún mucho recelo ideológico, para llegar a la Presidencia.

Colombia está de luto. Dediquemos unos minutos de silencio a reflexionar ante las tumbas de estos niños inocentes, y Dios quiera que tragedias como la de Fundación y campañas como la actual no se repitan nunca.