GRITO MULTITUDINARIO
¡Gooooooooooolllll…!
El grito estaba atorado entre pecho y espalda desde el campeonato mundial, cuando Mario Alberto Yepes anotó un gol que todo el mundo vio, menos el árbitro. Desde entonces, el “gol de Yepes” entró a la historia de nuestras frustraciones futbolísticas, por cuenta del juez central que en esa jugada literalmente se tragó el silbato, y de sus auxiliares súbitamente atacados de parálisis, ceguera y mudez temporales.
Antier un defensa central de nuestra selección, precisamente un sucesor de Yepes en la defensa, en medio del área brasileña congestionada de jugadores, colocó un disparo con la fuerza precisa para que el balón inflara la red y estallara la emoción de cuarenta y ocho millones de colombianos.
El eco de este grito multitudinario todavía resuena hasta en los rincones más apartados del país, como testimonio de una explosión de felicidad colectiva cuyas enseñanzas van mucho más allá de los campos deportivos donde se origina.
Ojalá las aprovechemos en un país tan necesitado de buenos estímulos. Veamos algunas:
1.- Sí se puede.
Por difíciles que parezcan, los objetivos más elevados se alcanzan con trabajo, disciplina y fe. Los éxitos no llegan regalados, ni por golpes de suerte, ni por vivezas que acorten el camino para lograrlos. Los triunfos sólidos se consiguen con esfuerzo y dedicación.
2.- Trabajo en equipo.
La solidaridad es fundamental para que el esfuerzo individual se multiplique al integrarse con la solidaridad del grupo. Cuando hay labor conjunta hasta lucen más y son más efectivas las individualidades.
3.- Los lamentos son inútiles.
Los errores son para corregirlos, no para llorar sobre ellos. Falla detectada, falla analizada, falla corregida. Lo demás es desgaste emocional y llanto estéril.
4.-Siempre levantarse.
No todo es éxito y aplauso. Pero cuando hay tropiezos, lo grave no es caer, es no levantarse. Después de cada caída hay que levantarse y seguir, una, dos, tres, las veces que sea necesario.
5.- Aprovechar lo que tenemos.
En fútbol, en los demás deportes, en todos los aspectos de la vida tenemos en el país excelente y abundante materia prima humana. Es un pecado desaprovecharla. Con la debida atención, esos talentos darán frutos inmejorables.
6.-Saber ganar y saber perder.
No hay que desesperarse en la derrota ni ser soberbios cuando se triunfa. Al perder el encuentro con Venezuela algunas voces pidieron el cambio de director técnico. Y si algo tiene bien puesto este equipo, es su cabeza. Pekerman es sereno, pensante, estratega, respetuoso de sus jugadores e inmutable ante las opiniones desbordadas. Con ese inmediatismo solo falta que pidan el cambio de Ospina cuando le marquen un gol y alinear a Murillo como delantero.
7.- Es nuestra Selección.
Así, con mayúscula. Como lo pidió James antes del partido con Brasil. Si algo han adquirido los jugadores es autoestima, la que nos falta a veces a los colombianos. Se necesita apoyarla no solamente cuando gana sino cuando pierde. Después del resultado con Venezuela comenzaron a llamarla “la” selección. Al terminar el partido con Brasil volvieron a decirle “nuestra” selección. Pero siempre debemos sentirla “nuestra”.