Continuando con lo expuesto en nuestra anterior columna, quisiera resaltar que, de continuar las amenazas actuales al medio ambiente en el planeta, éste perdería más o menos un 75% de la totalidad de sus ecosistemas para el año 2050; esto sin contar con el hecho de que el restante 25% vería afectado, en mayor o menor medida, su funcionamiento.
Para que pudiéramos hacernos una idea mediana de la problemática, cada minuto se destruyen treinta hectáreas de bosques y esto se agrava si se tiene en cuenta que, para diciembre de 1998, las emisiones de dióxido de carbono globales se calcularon en veintiséis mil millones, cifra que supera el doble del total de emisiones registradas en 1950. Por no mencionar el hecho de que hoy por hoy, más de cuatro mil millones de seres humanos carecen de agua potable.
Indudablemente existe una serie de factores que han incidido en este tema; debemos tener en cuenta, para empezar el crecimiento acelerado y sin control, que han venido teniendo las poblaciones, generando demandas urgentes de espacio, comida y energía. Esto está asociado a la generación de residuos de todo tipo, incluyendo algunos altamente contaminantes, en conjunto con el mal manejo de dichos residuos.
Año a año, van desapareciendo especies y con ellas posibilidades de desarrollos agrícolas con fines alimentarios y/o medicinales; por ejemplo, están prácticamente extintas, la lima, la piñuela, el limón dulce, y otras muchas frutas que han ido desapareciendo de los aparadores. Y más grave aún, a medida que se van perdiendo unas especies, va aumentando la dependencia de unas pocas variedades de plantas para alimentarnos, y sobre todo crece la vulnerabilidad ante las pestes y las enfermedades.
Si tuviéramos la curiosidad de averiguar el porqué de la pérdida de biodiversidad, seguramente nos encontraríamos con fenómenos tales como: el deterioro y fragmentación de los hábitats, la introducción de especies, la explotación excesiva de plantas, animales y peces, la contaminación, el cambio climático, la agricultura y repoblaciones forestales con monocultivos de alta rentabilidad y rápido crecimiento.
A la fecha, un total de 11,121 especies de plantas y animales están amenazadas, y enfrentan un alto riesgo de extinción en el futuro cercano, en casi todos los casos como resultado de la actividad humana. Esto incluye el 26 por ciento de las especies de mamíferos y el 15 por ciento de las especies de aves. El número total de especies amenazadas de animales se estima en al menos 5,583.
Colombia tiene a su haber el 67% de estas especies en vías de extinción.
@alvaro080255