En Colombia los hogares más pobres pagan proporcionalmente más de su ingreso en IVA que los hogares más ricos. Según cálculos del Ministerio de Hacienda, el año pasado un hogar del decil más pobre gastó en promedio 6% de su ingreso en IVA, mientras que los del decil más alto pagaron apenas 2%. Esto pasa porque al tener un menor ingreso, la proporción que se va en IVA es mayor.
Sin duda, esto es a todas luces injusto y regresivo. Pero la solución de ponerle IVA a todo y “devolver” un promedio de su consumo en IVA a los más pobres fracasó estruendosamente. Una de las razones es la falta de confianza de la ciudadanía en el Estado.
Por eso, construimos junto al Gobierno y otros congresistas una proposición al proyecto de Reforma Tributaria para tener un recaudo del IVA más equitativo. La proposición consiste en devolver el IVA a los ciudadanos con menos recursos, quienes son los que destinan mayor porcentaje de sus ingresos para cumplir con este recaudo.
Así las cosas, la idea es que el Estado comience a corregir la regresividad del IVA a través de una compensación bimestral directa a los hogares de menores ingresos, equivalente al porcentaje de su ingreso destinado al pago del impuesto.
Una parte de mi propuesta inicial, que no quedó incluida en el artículo avalado por el Gobierno, sugiere iniciar con un piloto focalizado en el decil 1 de ingresos, en municipios entre 80.000 y 120.000 habitantes, que sea evaluado por la Dirección de Evaluación de Políticas Públicas del Departamento Nacional de Planeación para determinar la posibilidad de escalarlo a más municipios y rangos de ingreso.
Esta propuesta se basa en los hallazgos de los ganadores del premio Nobel de economía para el año 2019, Abhijit Banerjee, Esther Duflo y Michael Kremer, quienes plantean un enfoque experimental para la evaluación de políticas públicas para encontrar la fórmula de focalización e intervención apropiada para cada caso.
Este enfoque tiene tres ventajas fundamentales. 1. Garantiza un uso eficiente de los recursos al usarlos solamente en intervenciones que hayan demostrado su efectividad para disminuir la pobreza. 2. Evita trasplantar políticas sin tener en cuenta el contexto particular y 3. Se ponen a prueba políticas que no tienen evidencia.
Hoy en Colombia existe un contexto institucional favorable para realizar pilotos de políticas públicas que puedan aliviar la pobreza y garantizar una transferencia de recursos a los más pobres. Por eso, y con la satisfacción de saber que se puede trabajar con el Gobierno y con otros partidos por el bienestar de los colombianos más necesitados, creo que estamos en el momento indicado para hacer un piloto que devuelva el IVA a los más pobres.