“Se conoció la existencia de La Gran Ruptura”
Francis Fukuyama es el gran ideólogo de Occidente, pese a su cercano origen japonés. Aparece dos veces en esta columna; la primera en “Intérprete” (mayo 25) y cree en la superioridad de Occidente en valores y en el eventual imperio del sistema y democracia liberales. En “Marcha” (junio 15) se argumenta a favor: ¿cese del comunismo? ¿Y el fascismo? ¿Tendencia al capitalismo en China y Rusia? Desaparición de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, aparición de multimillonarios chinos. Place la extinción del comunismo (no agradó Stalin) y el fascismo (nada con Mussolini y Hitler), se simpatiza con el socialismo (variante socialdemocracia) y el capitalismo con controles; el régimen de Vladimir Putin podría compararse con el capitalismo del siglo XIX y no complace.
Se conoció la existencia de “La Gran Ruptura. La naturaleza humana y la reconstrucción del orden social” (Editorial Atlántida, Buenos Aires, 1999), autoría de Fukuyama, y se analizará con el propósito de conocer su relación con el tema actual de Fukuyama. Lo primero que precisa es la época a la que se refiere y acude al concepto de tercera ola, popularizado por Alvin Toffler, que para él coincide con la era o sociedad informática y habla de la era postindustrial. La primera ola se extiende de la sociedad cazadora y recolectora hasta la agrícola, y la segunda de la agrícola a la industrial.
Se distinguen los siguientes rasgos en la sociedad informática: el empleado “tiene un empleo en un banco, en una empresa de software, restaurante, universidad, organización de servicios, en vez de una fábrica de automóviles”, “el trabajo intelectual tiende a suplantar al trabajo físico”, tiende a producir libertad e igualdad, estalla la libertad de elegir, “las jerarquías comienzan a desaparecer”, adquieren énfasis el conocimiento y acceso a la información, “las empresas gigantescas dan paso a competidores más pequeños”, “favorecen la prosperidad, la democracia y la libertad… hacen crecer la sociedad” y tales cambios coinciden con el internet y queda “atrás la manufactura como el pilar económico absoluto”.
Entre mediados de 1960 y principios de 1990 hubo un “serio deterioro de las condiciones sociales en el mundo industrial: delincuencia, deterioro del parentesco, bajó la fertilidad, disminuyeron los matrimonios y nacimientos, aumentaron los divorcios, decae la confianza en las instituciones y los lazos entre los individuos, los grupos se vuelven menos numerosos. Estos cambios provocaron una Gran Ruptura en los valores sociales, a fines del siglo XX, la decadencia moral se prueba mediante estadísticas sobre la delincuencia, los niños sin padre, disminución de la confianza y los problemas se vieron en la transición de la era industrial a la era informática”.