Tres presidentes, tres caminos diferentes. Cada uno llegó a gobernar con su propósito, pero todos partieron de Uribe quien gobernó por 8 años bajo su promesa básica de la Seguridad Democrática. Los otros dos presidentes llegaron con la idea y los votos de Uribe, sin ese ingrediente jamás hubiesen sido presidentes. Uribe los puso, pues ellos no son líderes como si lo es Uribe.
Uribe, en uno de los momentos mas difíciles de la historia de Colombia, que se hundía bajo el asedio de una guerrilla auspiciada por el narcotráfico, que por la buena voluntad del presidente de finales de siglo, Andrés Pastrana, quien adelantó un proceso de paz con esos bandidos, iniciativa que fracasó y él, con justa razón liquidó ese proyecto. Ahí fue cuando surge el liderazgo de este antioqueño que vio morir a su padre asesinado por esa guerrilla criminal y sin ninguna posibilidad de llegar a la presidencia, se lanzó con la novedosa propuesta de la Seguridad Democrática, que el pueblo colombiano la compró eligiéndolo presidente en la primera vuelta.
Uribe fue fiel a su postulado: acabar con el enemigo, pero le hizo falta tiempo, entonces se modificó la Constitución y fue reelegido por inmensa mayoría, se intentó una segunda reelección pero el pueblo dijo NO. Ante ese panorama la bestia estaba herida de muerte, entonces Uribe decide apoyar a su Ministro de Defensa para que continuara con la Seguridad Democrática y Colombia lo eligió bajo esa promesa básica, pero la sorpresa fue, que teniendo a una guerrilla vencida, solo faltaba el toque final. Entonces Santos, el nuevo presidente, da un giro de 180 grados, proponiendo un acuerdo de paz y reviviendo al enemigo, otorgándoles todas las prebendas jurídicas, económicas, políticas y sociales, traicionando el legado de quien lo puso en el poder.
Resultó peor el remedio que la enfermedad, se rearmaron mas del 50% de los reinsertados, a los que quedaron se les dio partido político, curules, burocracia, medios de comunicación, dinero y una justicia especial para que los absolviera de sus crímenes y atrocidades. También estatus internacional y con ello una penetración mas profunda y libre adoctrinamiento a la juventud, centrales obreras, universidades, colegios y sectores sociales con fines electorales.
El presidente actual también fue electo bajo la égida de Uribe, el país al ver el fracaso del proceso de paz, reaccionó eligiendo al que Uribe señalara: Duque, quien consciente de su responsabilidad decide dar a su gobierno un perfil conciliador, orientado a terminar la polarización, pero con el peligro de ceder mucho terreno a quienes han sido enemigos de la Seguridad Democrática, al punto que Uribe, quien ha influido significativamente en los últimos 20 años, se encuentra preso por la orquestación de las fuerzas de la izquierda extrema, que lo quieren sacar del camino, dando vía libre al terrible y perverso proyecto del socialismo bolivariano del Siglo XXI, propuesto por Chávez que es la peor maldición que le pueda llegar al país.