Viendo la brutal represión ejercida por el régimen de Maduro, me acordé de la que padeció el pueblo rumano bajo el yugo del comunista Nicolai Ceaușescu en diciembre de 1989.
Siendo este muy joven ingresó al Partido Comunista alcanzando uno de los cargos más altos: Presidente del Consejo de Estado. Su rápido ascenso al poder se dio porque desafiaba la injerencia de la antigua URSS en el escenario democrático rumano. El único país que había resistido la embestida de la antigua potencia soviética en Europa Oriental. El pueblo rumano le “compró” su discurso a cambio de nada. A cambio de su palabra. Algo similar a lo que aconteció con JMS. Los colombianos le compramos su palabra a cambio de nada y vean como estamos.
Una vez en el poder, Nicolai comienza a transformar todo. Realizó unas reformas para concentrar el poder en medio del tradicional culto a la personalidad en los regímenes comunistas. El de Nicolai no sería la excepción. La concentración de poderes se hizo evidente. Rumania vivió un proceso de encerramiento para llegar a la calle ciega del socialismo en la cual no se encuentra salida.
La crisis económica surgida después de un voraz invierno condujo a que se presentaran las primeras revueltas en 1988. En diciembre de 1989 el pueblo rumano, cansado del yugo de la hostia y el martillo, no aguantó más, igual como lo hicieron los checos en su primavera de Praga.
El 25 de diciembre de 1989 Nicolai y su esposa fueron apresados por una patrulla fronteriza cuando pretendían huir del país siendo entregados al Ejército rumano que se sublevó. La pareja de esposos fue llevada a juicio. Al momento de morir, gritó: La historia me absolverá, frase retomada por Fidel Castro.
Nicolás Maduro no se queda atrás. Curioso, no. De Nicolai a Nicolás, tal para cual. Lo que está sucediendo en Venezuela no tiene perdón de Dios. 35 días de represión brutal y el gobierno de JMS no dice nada.
Es inadmisible desde cualquier punto vista el silencio del Partido Conservador.
Colombianos: pongámonos la mano en el corazón para mirar a Venezuela como espejo. De no hacerlo, ver a Venezuela como un espejo, veremos de lo que serán capaces los señores de las Farc una vez en el poder. De hecho, sin llegar al poder ya lo estamos viendo.
Bien, lo comentó el doctor Alejandro Ordóñez en la Segunda Convención del Centro Democrático. De paso, felicitaciones al doctor Rafael Nieto, valiente y brillante discurso para comenzar.
Dijo el doctor Ordóñez: en Colombia vamos un paso adelante de Venezuela ante la complacencia de la sociedad, de las élites corruptas algunas, complacientes otras. Ya se produjo un golpe de Estado al desconocer el triunfo del NO el 2 de octubre pasado. Ya existe una concentración de poderes de parte del gobierno de JMS. Ya se modificaron todas las normas constitucionales a través del Fast Track con el fin de satisfacer sus caprichos. Ya el Congreso se convirtió en un simple firmón, agente notarial.
Colombianos, solamente nos queda una última oportunidad. De lo contrario, si perdemos las elecciones del 2018 veremos con nuestros propios ojos lo que estos señores son capaces con tal de sostenerse en el poder.
Puntilla: ¿Será que la FGN le puso atención a la carta enviada por Angelino Garzón con respecto al caso de AGH?