Colombia y el Acuerdo de París | El Nuevo Siglo
Domingo, 15 de Julio de 2018

El pasado jueves el presidente Juan Manuel Santos hizo presencia en un evento en el que presentó ante las Naciones Unidas la ratificación del Acuerdo de París, indiscutiblemente esto marca un hito importante en materia ambiental para nuestro país; sin embargo hay varias cosas por decir al respecto.

Comencemos por saber en qué consiste el tan mentado acuerdo y en que nos beneficia; el Acuerdo tiene como principal objetivo mantener el incremento de la temperatura global por debajo de 2oC con respecto a la era preindustrial y aunar esfuerzos para limitarlo a 1,5oC, propone alcanzar el máximo de emisiones lo antes posible y trabajar a partir de ahí reducirlas aceleradamente para buscar conseguir el equilibrio con cero emisiones netas, 195 países incluido EEUU (Que aún no oficializa su retiro anunciado) han ido entregando sus compromisos de reducción de emisiones a partir del año 2020, en un marco conceptual de transparencia todos los países deberá aportar información oportuna sobre sus emisiones y sobre su aporte a la inversión en el tema, se permite usar herramientas económicas tales como la fijación de precios del carbono y la compraventa de emisiones, e implica unos compromisos financieros distribuidos para cada país.

Dispone también el Acuerdo que cada país reconozca la necesidad de apoyo multilateral en el caso de daños irreversibles, acuerda que es jurídicamente vinculante para todos los estados firmantes y dispone que entra en vigor el 4 de noviembre de 2016.

A principios del año 2017 el Congreso de la república aprobó la ratificación del tratado con una votación unánime, hemos de reconocer que dadas las demoras en el trámite con otros tratados este fue tramitado en tiempo record y quedó solo pendiente de la sanción presidencial y significaba nada menos que el compromiso colombiano de reducir el 20% de las emisiones para el año 2030 y el compromiso del país de generar equilibrios climatológicos con la protección de los páramos; evidentemente nuestro país está y debe estar interesado en la solución a un problema global que nos afectará en materia grave, llegando a ser el segundo país en afectaciones del fenómeno.

Sin embargo, es extraño que pudiendo avalarse el convenio con la firma del señor Presidente, desde el pasado 5 de abril, hasta esta semana se haya realizado este acto, resulta extraño que algo vital para el país haya dormido en un cajón por un tiempo, igual a lo que está ocurriendo con la ley de cambio climático.

En cuanto hace a la delimitación de los páramos debo reconocer el magnífico trabajo que en consideración a los recursos disponibles ha realizado el Instituto Von Humboldt; pero no deja de ser preocupante que se siga insistiendo tercamente en realizar dicha delimitación con base en las cotas del terreno y desconociendo la realidad de lo existente en los mismos, esto genera problemas álgidos como el de Santurbán y desconoce la necesaria protección de algunas pocas zonas que hoy por hoy se conservan como zonas de amortiguación de estos territorios.

Tenemos entonces lo bueno y lo malo, los esfuerzos por comenzar a movernos en la línea de cumplir lo acordado en París y los problemas de recursos para delimitar adecuadamente la protección de nuestras fuentes hídricas y la aparente desidia del Ejecutivo en agilizar los procesos; en todo caso tenemos una posibilidad de oro de controlar el daño causado y de dinamizar la protección contra los efectos del cambio climático.

alsanchez2006@yahoo.es  

@alvaro080255