“De Fajardo no hay nada, salvo su libro reciente”
La confirmación de Fajardo como candidato de centro-izquierda mediante la denominada "Coalición Colombia", es el producto de una negociación entre el movimiento Compromiso Ciudadano del propio Fajardo; la senadora Claudia López del partido Alianza Verde, y Jorge Enrique Robledo, actual Senador por el Polo Democrático Alternativo (PDA).
Negociación que contempla supuestamente las bases programáticas planteadas por cada uno de ellos, y las listas al Congreso de la República para las elecciones parlamentarias.
Muy poético el candidato cuando en su discurso "apela a diversos recursos estilísticos para transmitir emociones y sentimientos".
Dice que la suya es una propuesta para recobrar la esperanza; que trabajará contra la violencia y la corrupción y procurará la unión de los colombianos donde cada quien reconozca sus diferencias.
Todo ello de gran semejanza con un "País donde quepamos todos" de Humberto De la Calle, quien se creía formaría parte de este grupo.
De otro lado dice Fajardo, que "La violencia significa la destrucción de la vida, destrucción económica, destrucción del tejido social; lo cual induce a creer que igualmente está de acuerdo con una paz estable y duradera como lo plantea Santos.
La corrupción, continúa diciendo, "es la destrucción ética de la sociedad", incontrovertible afirmación que también es parte del discurso de todos los candidatos.
Habló de los humildes, de la reconciliación, del respeto a las víctimas, de la educación, del medioambiente, de la inclusión y de un desarrollo rural diferente".
En otras palabras, dijo mucho pero nada nuevo. Un discurso suave y complaciente, si ustedes me lo permiten: "rosa".
El calificativo hace referencia a que en España, en los inicios de los años 40 del siglo pasado, nació el género periodístico denominado prensa rosa, cuyo propósito es alcanzar a millones de personas –a un público esencialmente femenino− en poco tiempo y en varios lugares (...)
Esperemos entonces sobre esas bases programáticas planteadas por la coalición, cuál va a ser en concreto el programa de gobierno que someterá a consideración de los electores.
Qué tanto podrá decirnos sobre finanzas públicas, sobre la globalización o sobre la Reforma a la Justicia.
Cuál es su compromiso respecto del Acuerdo de La Habana.
Por lo menos Robledo ha sido un luchador y le conocemos su forma de pensar; Claudia López vertical e insobornable, tiene su propio derrotero. Pero de Fajardo no hay nada, salvo su libro reciente sobre educación.
Y la intención de voto a su favor es más, a nuestro parecer, una expresión de protesta contra los políticos tradicionales, si es que no, una candidatura de costurero, con una gran aceptación entre las amas de casa.
Bien centrado estaba Carlos Gaviria q.e.p.d del Polo Democrático, cuando dijo, refiriéndose a Fajardo: sin ideología se puede ser alcalde y hasta Gobernador, pero Presidente de la República no.