CARLOS MARTÍNEZ SIMAHAN | El Nuevo Siglo
Sábado, 28 de Diciembre de 2013

Amigas y amigos de Galeras

El próximo  dos de enero/14 la Ministra de Cultura entregará directamente al pueblo Galerano la resolución mediante la cual  se incluye en la lista de Patrimonio Cultural Inmaterial de Colombia, los “Cuadros Vivos”. Ese reconocimiento oficial ocurre tras 4 años de estudios, investigaciones y análisis realizados por antropólogos, sociólogos, profesores, en interacción fecunda, intensa y permanente con la comunidad, centro vital de la creación, preservación, y desarrollo de esa hermosa tradición galerana que ha sido calificada por Gloria Triana, la gran señora de la cultura popular en nuestro país, como “el arte efímero más hermoso de Colombia”.

Mucho tiempo antes de los abuelos empezó en nuestra comarca la costumbre singular de “vestir calles” o “vestir reyes”, lo que confirma su origen religioso, que partiendo de la representación generalizada de los tres magos, quienes siguiendo la estrella de oriente llegaron al pesebre en Belén. Las simbólicas ofrendas de oro, incienso y mirra se convierten en las tardes -noches de Galeras- en preciosos regalos de “Cuadros Vivos” elaborados por las manos de artistas, quienes sin creerse tales, cuelgan de las estrellas sus creaciones, llenando de alegría el alma sencilla y noble de la muchedumbre absorta que se desgaja por los viejos callejones de esta tierra y que se vuelve volcán con la gaita, los tambores y las espermas encendidas de las cumbias esquineras que llenan de ritmo las caderas de amor en las noches azules de todos los eneros. Los de ayer, los de hoy y los de mañana, hasta la consagración eterna de este arte criollo, bello y nuestro. Únicamente de Galeras, la que situada al final de las sabanas y al principio de las aguas, irradia por los ríos y ciénagas; por las briznas de la llanura extensa; y,  como diría Carranza, y por la luz arriba el padre Algarrobo que le brinda sus abrazos a la Luna; también  por entre los corazones de las gentes sensibles ante la belleza, irradia, repito, la cultura autóctona, la costumbre de la creación sin riendas. Como debe ser el arte, vocero eterno de la libertad del hombre en ascenso hacia la gloria de un mundo que rompa con las feas ataduras de la corrupción, la injusticia y la desigualdad.

La resolución que portará la Sra. Ministra no debe ser recibida por las autoridades legítimas, ni siquiera por los esforzados organizadores de los 27 años del festival. Deben recibirla, primero, los viejos creadores, los que nos enseñaron a nosotros, los que han continuado el legado del ayer, los a veces olvidados pioneros, para que luego ellos, en gesto generoso, pasen el testimonio a los nuevos artistas. A esa juventud, a la cual yo mismo, perdón por la alusión personal, les entrego la antorcha que hemos sostenido con amor y con honor, por mucho tiempo, para que ilumine el camino hacia la vieja Lutecia, a París, a la Unesco. Esa debe de ser la batalla y la conquista de las nuevas generaciones a la cual le confiamos la esperanza. Será una bienvenida sin par a la Ministra, si se adquiere ante ella el compromiso de conquistar el porvenir.

Esperamos los de la vieja guardia, la que muere, pero no se rinde, recibir dentro de diez años la llamada de  felicidad en la que se nos comunique que los “cuadros vivos” de Galeras, son patrimonio de la humanidad.

Es un objetivo posible, porque, para decirlo con Eduardo Serrano, no hay arte elitista y arte popular, solo hay arte. Y aquí, a partir del Festival, que instaurara el primer alcalde elegido popularmente Don Jaime Hernández Uparela, vivimos como un renacimiento en la concepción y en la alegría. Fue una explosión de lo ancestral. Era el mismo arte de siempre, ahora centrado en los afanes y quehaceres diarios del hogar y de la finca. Es decir, el mundo antropocéntrico, plasmado por D’ Vinci en el hombre de Vitruvio; entramos entonces en el escenario de la libertad creativa, las plasmada por Michelangelo, en las formas perfectas del David, sito en la Piazza della Singnoria. Contemplamos, al mismo tiempo, la imitación de La Piedad, exacta hasta en los pliegues insólitos del mármol de Carrara, y, al Pajarero, tan delicado como una poesía de Bécquer. Hace unos pocos meses, en la semana cultural se montaron  40 cuadros - protesta contra la guerra, como  lo plasmara Botero en la serie contra las torturas de Abu Dhraib. Sí, aquí en Galeras del Paraíso, todo lo hace el pueblo  que aprendió a expresar la vida en sus propios cuadros. Sí, Gobernador, es la obra de todo el pueblo. Porque, si a la manera de Fuenteovejuna, preguntáramos: ¿Quién hace los cuadros, por favor? Todos a una contestáramos “es el pueblo de Galeras, mi señor”.