PÁGINAS
Armas nucleares en el siglo XXI
Por Carlos Martínez Simahan
EL Presidente de los EE.UU. sigue liderando con firmeza y éxito la política de no proliferación de armas nucleares que planteó en Praga, en el 2009. Esa propuesta ha dado lugar a reuniones de Jefes de Estado en Washington 2011, Seúl 2012, La Haya 2014 y la más reciente, nuevamente en la capital norteamericana, entre 31 de marzo y el 1 de abril, en las cuales han nacido convenios de gran interés para la seguridad mundial. Los expertos señalan avances tales como: el menor poder de las “santas bárbaras del mundo” en 60 años, gracias a las reducciones mutuas entre los imperios antes en contienda.
A propuesta de Canadá se crearon fondos para financiar la seguridad nuclear e impedir que los terroristas se apoderen de armas o combustibles nucleares; varios países dejaron de almacenar uranio enriquecido; se conformó un grupo de contacto Internacional de especialistas para asegurar el traspaso de datos e informaciones relevantes a la Agencia Internacional de Energía Atómica y se han perfeccionado los equipos que detectan el material radioactivo y tratan de impedir su tráfico ilegal. También, debe destacarse la presencia de China y su colaboración en estos temas tan sensibles.
El mensaje de Praga ha sido uno de los más trascendentales del mandato de Obama. Pronunciado con ocasión de los 10 años de la adhesión de la República Checa a la Otan, "la alianza más fuerte que el mundo ha conocido jamás”, fue un llamado a la generación de la libertad para comprometerse con la paz universal. “Estamos aquí por la primavera de Praga… porque la búsqueda de libertad y oportunidad basadas en principios avergüenza a quienes confiaron en el poder de los tanques… para derribar la voluntad de un pueblo… Un ataque contra uno es un ataque contra todos”. Eran los instantes de una Europa unida y segura. No se avistaban las nubes negras del terrorismo islámico. Los golpes a París y Bruselas han estremecido todos los continentes.
Uno de los objetivos del Nuclear Security Summit es combatir el uso de uranio altamente enriquecido. Esto explica la prioridad que los Estados Unidos le han dado a los acuerdos con Irán que fueron presentados por Obama, en la que sería una reunión de despedida, como uno de los mayores logros de su Gobierno. Además, muchos países han retirado uranio y plutonio, lo que permitirá incrementar el uso de la energía atómica para usos pacíficos, pues se trata de energía limpia. Sin embargo, la ausencia en Washington de Rusia y los agresivos lanzamientos de cohetes de Corea del Norte, causan serias preocupaciones.
En Latinoamérica han surgido interrogantes por la apertura de los EE.UU. hacia Cuba, por la participación de ese país en los diálogos de paz entre el Gobierno colombiano y las Farc, por el interés norteamericano de regularizar las relaciones con Bolivia y otros países del Alba. La respuesta parece encontrarse en el contexto de la seguridad regional. Se busca, a no dudarlo, cerrarle la puerta en América al EI, la cruel amenaza que llena de temor las calles del mundo.