TONO DE LAS CAMPAÑAS
Se siente un tufillo electorero
¿PUEDE ser un secreto para alguienque cuando las conversaciones de paz terminan con éxito, el cese el fuego bilateral y definitivo es uno de los pilares fundamentales de los acuerdos? ¿Se desconoce que ese es uno de los aspectos que hacen parte de la agenda de temas que deben discutirse en Cuba?
La respuesta a las dos preguntas anteriores es no.
¿Cuál es, entonces, la razón que llevó al presidente Santosa hacer los primeros anuncios sobre las conversaciones en La Habana de la manera como lo hizo?
¿No será que, desde muy temprano, se ve el 2015 con los afanes que producen los años electorales?
Lo que ha sucedido, hasta el momento,muestra que existiría el propósito de preparar el ambiente para prolongar durante el proceso de las elecciones regionales la falsa y dañina división entre los amigos de la paz y los amigos de la guerra, de la cual es promotor el Presidente.
¿Será por ese motivo que las Farc, al hacer referencia a las palabras del Jefe de Estado, utilizan la expresión “enemigos de la paz”, la misma que usa Santos para referirse a las críticas democráticas que se les hacen a los diálogos, en tres ocasiones en un comunicado del 15 de este mes?
Cuidado, mucho cuidado con el tono que se les vaya a dar a las campañas en las distintas regiones del país.
Sería muy grave para la Naciónque la confrontación democrática, además de lo intensa que siempre es en los departamentos y los municipios de Colombia, vaya a estar caracterizada por una fractura inexistente, que se concibió para reelegir al Presidente, y parece querer utilizarse ahora para logar la victoria de representantes de las fuerzas que integran la Unidad Nacional.
Ese sería el peor escenario imaginable. Entre otras cosas, porque si se miran con detenimiento los pronunciamientos de las Farc, después de la primera alocución presidencial del 2015, lo que se encuentra es el mismo viejo propósito de ir imponiendo sus criterios mediante la combinación de todas las formas de lucha. Y como, poco a poco, han ido avanzando en la consecución de esos propósitos, no es necesario ser muy agudo para darse cuenta de que querrán seguir actuando como lo han hecho siempre.
Tan evidentes son las cosas que, después de recibircon beneplácito la declaración del Presidente, porque están logrando lo que habían planteado desde el principio, claro está, proceden a notificar que están listos para seguir discutiendo lo que debe ser un nuevo sistema económico, político y social.
Pero también se encargan de que no se olvide que el famoso fin del conflicto, tal como lo acordaron con el Gobierno, no es un momento sino un proceso que empieza cuando se llegue a acuerdos sobre todo y culmina cuando los compromisos se hayan cumplido de manera simultánea e integral.
Y recuerdan que hay que discutir las salvedadesy el mecanismo de refrendación, es decir, que ninguno de los puntos que han planteado puede quedarse por fuera de las discusiones y que insistirán en la constituyente.
Mientras las Farc sigue actuando con una perspectivadel tiempo completamente distinta a la del Gobierno, y aprovechan el afán de éste último por la presión del término del período constitucional, para conseguir más y más, las fuerzas que apoyan al Presidente lo que quieren es derrotar al Centro Democrático en octubre.
Malo, muy malo para Colombia el tufillo electorero.