Gestiones de paz

Indiscutiblemente, el presidente Santos así no goce de la facilidad para hablar claro, su estilo se caracteriza por estrategias fríamente calculadas y no por reacciones emocionales; siendo esa su principal cualidad ya que un buen gobernante toma decisiones con base en análisis juiciosos con alta probabilidad de éxito. Por eso, la paz está concebida como el resultado de una gestión en la que intervienen varios agentes y factores; y de cuya acertada combinación depende si se logra o no.

Gestionar, del latín gestío, consiste en llevar a cabo diligencias que hagan posible algo que se desea; y para alcanzarlo, se necesita además de desearlo, una  estrategia que involucre el conocimiento del tema y la participación de personas muy bien calificadas con capacidad de tomar decisiones adecuadas. Y es eso precisamente lo que venimos observando. Por supuesto, toda gestión social implica el diálogo entre los diversos actores tanto del Gobierno como de la sociedad civil; en este caso obviamente, también con los representantes de la guerrilla y como elemento nuevo, la interlocución de quienes en medio del conflicto fueron miembros del Ejército y la Policía. Entre tanto, sucede igualmente para tranquilidad de los colombianos, que mientras se adelanten los diálogos entre los negociadores, el resto de la agenda de Gobierno seguirá normal, inclusive la de las Fuerzas Armadas, tanto que el Presidente ha dicho  que “sólo habrá cese al fuego en el momento en que se firme el acuerdo que permita el fin del conflicto”. 

Se trata de un cronograma discreto que desde hace varios meses se ha venido ejecutando y que además ha contado con la prudencia de los medios de comunicación, centrándose la atención sobre lo fundamental y no en explicaciones innecesarias que solo responden al afán de la chiva o al protagonismo del entrevistador o del entrevistado.

Por ahora, queda la expectativa sobre lo que pueda acordarse en Oslo el próximo 8 de octubre cuando se efectuará la primera reunión; y el interrogante sobre lo que  esté sucediendo al otro lado de la mesa, especialmente sobre la posibilidad real de la cúpula de las Farc de asegurar el compromiso de todos los frentes guerrilleros.No ocurra que hoy día su estructura de mando carezca de representatividad y coherencia, a tal punto que los focos de violencia, terrorismo y narcotráfico se mantengan, reagrupándose para delinquir. Eso para no hablar de quienes aún están fuera del proceso como el Eln y las Bacrim.

*Exgobernador del Tolima