Carlos Alberto Estefan Upegui | El Nuevo Siglo
Martes, 30 de Junio de 2015

Volver al pasado

 


VOLVER  al pasado no necesariamente significa retroceder.
O como dice la canción “volver, volver, volver...,  yo sé perder, yo sé perder, perder...”.
Por el contrario, el pasado como referencia es ganancia.
A esa conclusión llegamos luego de escuchar al exministro y promotor de la Ley 101 de 1993 o Ley Marco del Sector Agropecuario, José Antonio Ocampo, Jefe de la Misión Rural, quien por su apellido pareciera estar  predestinado a permanecer en frente de los asuntos relacionados con el campo. Regresar a las instituciones de otros años, no es mala idea, salvo excepciones muy puntuales. Por eso Ocampo habla de volver al Programa de Desarrollo Rural Integrado; “pero al DRI original”, dijo,  como parte del ajuste estructural sugerido.
Esta iniciativa corresponde a un Fondo con líneas de crédito orientadas a la financiación integral.
Se trata de atender las ideas y peticiones de los campesinos convirtiéndolas en proyectos de desarrollo de alcance territorial y previamente concertados con la comunidad. También, los proyectos productivos y de comercialización tales como centros de acopio; además, de los de infraestructura como distritos de riego, transporte etc. Otros, serían los no agropecuarios; o sea, artesanías, manualidades, construcción de vivienda, acueductos veredales, el mantenimiento vial; etc., con la filosofía de que todas esas inversiones públicas utilicen mano de obra local preferentemente y coadyuven en la generación de empleo. Todo dentro de una distribución justa y ecuánime de los recursos, garantizando que éstos lleguen a las regiones más pobres.
Una tercera línea es la asociatividad rural, también ya experimentada hace algunos años pero entendiéndose que hoy día es aún más indispensable asociarse para progresar, razón que obliga a persistir en el tema.
De otra parte, se está pensando en un Instituto de Tierras para la formalización de la propiedad, el acceso y la administración de la misma, bien fuere de tipo comercial o familiar. Incluye las Zidres con la entrega de baldíos no en propiedad y proyectos de pequeños productores.
Emprendimientos que en una época se llevaban a cabo a través de los institutos: Incora, Himat y Caminos Vecinales; hoy, a excepción del ultimo, "arrejuntados" como dicen los campesinos, en un solo organismo llamado Incoder, que tal como van las cosas tiende a reformarse o a desaparecer.
Asimismo, se ha vuelto a hablar del  Instituto de Mercadeo Agropecuario -Idema-, propuesta que no goza del beneplácito de Ocampo, mucho menos porque durante su Ministerio fue cuando se produjo el desmonte.
En consecuencia podría ser esta una nueva versión corregida y aumentada del Ministerio de Agricultura y de  sus organismos adscritos y vinculados, con  otras instancias del Gobierno en la perspectiva del rol de lo rural en el desarrollo del país.
Entre tanto, cabe recordar que José Antonio Ocampo ha dicho que la Misión Rural "no solo tiene que ver con la producción agropecuaria sino con otras actividades económicas y sobre todo con las condiciones sociales de la población; es decir, con el acceso a la educación,  la salud y  los servicios públicos".
Así las cosas, no solamente podemos concluir que "la historia se repite" sino que retomar los resultados exitosos se convierte en una formula audaz para potenciar la experiencia con la modernidad.