"Enlechada" en polvo
UNA "enlechada" es lo que se ha conocido tradicionalmente como la sobreoferta de leche, asociada en la mayoría de los casos con períodos de invierno y cuando las vacas alcanzan el punto más alto de su curva de producción. Situación ante la cual los compradores dejan de recoger la leche y además la pagan por debajo. Podría decirse que el asunto obedece al comportamiento de la oferta y la demanda, y hasta ahí responden los economistas. Sin embargo, el asunto es mucho más delicado de lo que se cree. El ganadero no puede darse el lujo de suspender la producción de leche de la noche a la mañana, como quien cierra el grifo del agua. Dejar de ordeñar trae consigo mastitis y otras complicaciones, salvo que opte por dejársela toda al ternero, lo cual no es negocio o se dedique a producir queso que no es su oficio. Además es la leche un producto altamente perecedero, y de la venta diaria depende su capital de trabajo. Lo imperdonable es que habiendo leche suficiente, muchos colombianos ni siquiera tengan acceso a ella; a pesar de su altísimo nivel nutricional, particularmente para la dieta de niños y ancianos.
Tanto es así que el consumo per cápita al año en Colombia apenas alcanza los 147 litros incluidos el consumo de queso, kumis, mantequilla y otros derivados; mientras la FAO recomienda 170 litros por persona año. Por supuesto, se requiere promover el consumo, pero se trata de un problema de poder adquisitivo.
Es inconcebible entonces, que mientras el ganadero se esfuerza en elevar su productividad y calidad del producto, nos “enlechemos” no solo en épocas de invierno sino en cualquier época del año como la que está sucediendo ahora, debido a los altos inventarios de leche en polvo, mucha de ella importada, desplazando así a la producción nacional, como consecuencia de unos TLC mal negociados, con una desgravación arancelaria que amenaza a la ganadería de leche de nuestro país. Pero, además, cuando se le baja el precio de compra al ganadero, la bolsa de leche sigue subiendo en las tiendas y en las grandes superficies con altos márgenes de comercialización.
Se estima en más 395 mil los productores de leche en Colombia. Recordemos que el sector lácteo genera cerca de 720 mil empleos directos y participa con el 2.3 por ciento en el PIB nacional y con el 24.3 en el PIB pecuario, lo cual denota la necesidad de analizar esta situación como de altísimo impacto socioeconómico.
Hay que mejorar los índices de competitividad, estimular la asociatividad y la producción a mayor escala, vigilar el incremento desaforado de precios de los insumos y aprobar medidas gubernamentales en favor del productor y del consumidor final; además del estudio que prepara la SAC para 8 renglones del sector agropecuario, entre ellos la leche, con el fin de promover un sistema de apoyo anti-cíclico que apunte directamente a reducir las distorsiones en el mercado internacional y proteger el ingreso del productor.