“STATU QUO”
Después de elecciones
A partir del 15 de junio pasado, prácticamente hemos entrado en un aparente “statu quo”, auspiciado por circunstancias de diferente índole que han contribuido a calmar el fragor de los discursos y la agresividad de la campaña presidencial, a cambio de otras emociones de sana inspiración como el campeonato mundial de futbol, las vacaciones escolares y universitarias, el Día del Padre y los dos puentes Emiliani; además de los festejos tradicionales con reinados, música y cabalgatas, propios de nuestro Festival Folclórico Nacional, del Reinado del Bambuco y demás celebraciones del medio año en distintos lugares del país, contribuyendo a ocupar la mente de los electores en otros menesteres; a dejar de considerarse vencedores o vencidos y más bien, a estar dispuestos a compartir un solo ambiente nacionalista con mentalidad ganadora y de jolgorio en todos los niveles, con el acompañamiento de los medios de comunicación que dada su avidez por la pauta publicitaria y casi sin proponérselo, han coadyuvado en distraer la atención de los colombianos por unos días, dejando en un segundo plano la discusión de las propuestas políticas para facilitar un ambiente donde pareciera que no hubiese pasado nada. Y todos tan contentos.
Entre tanto, finalizada la aplicación de la Ley de garantías electorales se ha de reiniciar la contratación, luego de un tiempo durante el cual se paraliza la inversión estatal con el pretexto supuestamente de “evitar” los incentivos políticos con cargo al erario.
De igual forma, y mientras la galería se distrae, la repartición de la torta burocrática se convierte en el punto número uno de la Agenda Presidencial, para incluir a quienes no estaban pero que a última hora resolvieron adherir facilitando prácticamente la victoria. Si es que acaso no también, los perdedores que decidan aceptar la invitación del Gobierno de Unidad, inteligente figura para no cargar con mas oposición que la de Álvaro Uribe, de quien no pocos de sus seguidores para no esperar 4 años más por fuera del gobierno, podrían igualmente estar pensando en deslizarse a donde su anterior compañero y fundador del partido de la U.
Así las cosas, queda solamente lo que resta de junio y todo el mes de julio del año en curso, para que llegue luego el 7 de agosto y comience el nuevo mandato. Además, como los presupuestos tienen vigencias anuales, podrá continuarse con lo que ya venía ejecutándose.
Sin embargo, no todo es color de rosa, probablemente ese supuesto “statu quo” se rompa antes de lo esperado y el ambiente vuelva a tornarse tan pesado o más que el de las elecciones, tan pronto termine el Mundial, pasen las fiestas y se instale el Congreso de la República con 20 senadores en coro bajo una sola batuta, además de las voces de los ciudadanos que votaron por Zuluaga e insistan en no estar de acuerdo con la propuesta de paz del presidente Santos. He ahí la realidad de un país lleno de riquezas pero ávido de reconciliación y soluciones.