Infraestructura de transporte
 

A medida que el país avanza en la construcción de las dobles calzadas, adecua su infraestructura a las exigencias de un mercado globalizado, e indiscutiblemente la fisonomía vial mejora respecto de lo que era hace unos pocos años.
Sin embargo, el tamaño, el número y la frecuencia de vehículos de transporte pesado aumentan exponencialmente, tanto que ese gran esfuerzo pronto se quedará corto frente a las exigencias de las nuevas realidades comerciales.
Es entonces, el momento de recordar que el rio Magdalena fue la principal arteria de navegación, habiendo llegado a existir a principios del siglo XIX más de 50 empresas, con cerca de 90 buques que viajaban regularmente entre el interior y la Costa Atlántica.
De ahí que Cormagdalena creada a raíz de la Reforma Constitucional de 1991 y "encargada de la recuperación y tratamiento de la hidrovia y su cuenca", luego de 22 años viene dando importantes pasos en ese sentido, los cuales ojalá muy pronto veamos cristalizados.
La idea es que "hasta La Dorada lleguen cargas de 7.200 toneladas por convoy, en un equivalente a 240 tractomulas", según dicen los directivos de la entidad; consecuentemente con la construcción allí de un puerto multimodal en el 2014.
La opción fluvial en Colombia siempre ha tenido como contrapeso a quienes viven del transporte terrestre, bien sea el gremio transportador, propietarios de camiones, las mismas concesionarias y los vendedores de repuestos y autopartes, pero ya es hora de superar esa situación y darle paso al transporte en sus distintas concepciones.
Razón por la cual, el sistema ferroviario también debería funcionar como en muchos países desarrollados, no solamente para carga sino para pasajeros, aunque su recuperación total requiere de tiempo y de una muy cuantiosa inversión por el deterioro al que se dejó llegar. 
La infraestructura de transporte de Colombia es una de las más mal calificadas de la región frente a países como Chile, Uruguay, Argentina y Perú donde se ha hecho más en menor tiempo.
Por eso, el Índice de Competitividad Global del Foro Económico Mundial en su último informe señala que nuestro país en comparación con los demás ha retrocedido, siendo muy lento su proceso de modernización, para no hablar de lo que falta en el transporte marítimo y aéreo.