La paradoja de Petro
Una de las cosas que más me produce inquietud por parte del Alcalde Petro es su actitud totalitaria frente al tema de las basuras, el cual será uno de los grandes hitos de su administración.
Al alcalde Petro le puede gustar más la idea de que los servicios públicos sean totalmente estatales pues para la izquierda ese parece ser todo un hito ideológico. A otros, como a mí, nos gusta más que el Estado se meta menos en la prestación directa de los servicios públicos dejando que los particulares inviertan recursos y presten los servicios con la vigilancia del Estado.
Ambas son posiciones ideológicamente válidas y respetables. Son puntos de vista que en la democracia se admiten y que pueden acogerse bajo el principio de que son los ciudadanos por medio de las leyes que sus representantes hacen, los que deciden.
Pero al alcalde Petro le salió el lado totalitario en un tema tan simple como este. El, como guerrillero, acudió a las armas para exigir que nuestra democracia fuera más amplia y más participativa. Los colombianos le tendimos la mano a su grupo guerrillero y mediante un proceso de paz exitoso cambio las armas por los discursos y eso está bien.
Como fruto de ese proceso se expidió la Constitución de 1991. Ese fue uno de los grandes resultados de ese momento histórico y la Corte Suprema, en su Sala Constitucional aprobó la 7 papeleta, origen de la Constituyente, como parte de la búsqueda de la paz.
Y fue esta Constitución la que solidificó la idea bajo la cual los particulares pueden prestar servicios públicos como el de aseo y eliminó el monopolio que tenia el Estado en esta materia. Un tiempo después, la Ley 142 desarrolló este principio y Colombia dio un vuelco total en materia de servicios públicos pues esta ley les permite a los ciudadanos tener opciones que antes no existían en la prestación de los servicios públicos .
Lo paradójico del tema está en que el alcalde Petro decidió irse en contra de la Constitución con la que culminó su proceso de paz.
Así la Constitución y las leyes que como alcalde juró defender digan otra cosa, a él se le metió que debía poner a la Empresa de Acueducto a recoger las basuras usando como disculpa el tema de los recicladores -disculpa populista por cierto ya que la Corte Constitucional ordenó algo diferente a lo que el Alcalde alega- y sin que esa empresa tenga la mínima experiencia en la prestación de ese servicio.
No le ha importado que la democracia por la que tanto disparó haya decidido otra cosa; no se ha preocupado tampoco por consultarles a los ciudadanos qué opinan sobre el tema y además les ha cerrado la posibilidad de que ellos sean los que escojan libremente quien les recoge los desechos sólidos. Para eso, no existe democracia ni participación popular. Solo se trata de imponer su planteamiento, así esté en contra de la ley y la Constitución.
Qué paradoja la de Petro. Dejó las armas para participar en la democracia y hoy, cuando logró llegar al poder gracias a los votos, resolvió irse en contra de la Constitución que nació cuando él y su grupo hicieron la paz.