Vea pues veci, miles de habitantes de la capital, con motivo de las festividades navideñas optaron por salir de la ciudad con destino a otros municipios del país y para hacerlo transitaron las vías del trayecto que comunica con las rutas que conducen a las poblaciones vacacionales. Y esta travesía conmueve el ánimo de los transeúntes que se ven atrancados por las congestiones desordenadas y habituales del recorrido para salir del Distrito Capital, especialmente en la conexión de Bogotá-Soacha, una extensión, más o menos de veinticinco kilómetros y que solamente se logra completar en ciento cincuenta minutos.
Esto es un percance de movilidad que ha sido permanente, desde hace muchos años y acerca del cual ningún gobierno ha hecho esfuerzo para solucionarlo, salvo el intento de Andrés Pastrana cuando asumió la administración de la Alcaldía. De resto nadie ha manifestado su preocupación y ahora mucho menos, pues el señor Peñalosa y su vasallo Bocarejo nada hacen para agilizar el tráfico y disolver los trancones y, por el contrario, tanto en esa vía, como la salida hacia Boyacá, se han convertido en un laberinto dentro del cual los agentes de la policía, en vez de tomar medidas para acelerar la vía, se ocupan de imponer comparendos por cualquier inocente circunstancia, utilizando cámaras fotográficas que registran los foto-comparendos , modalidades que han sido calificadas de arbitrarias, según concepto de Hilda Maria Gómez, directora de la ANSV.
Pero lo más grosero de esta situación vehicular es que al entrar al municipio de Soacha todo se altera más, pues con la reparación de la vía principal, la Carrera 4. -Autopista del Sur-, se generan atoramientos insoportables, pero mucho más insoportables cuando al entrar a las vías desocupadas se instalan cámaras foto multas, ilegalmente instaladas y que los afectados no pueden discutir, pues suele salir más costoso el collar que el perro, ya que los términos para asistir a las audiencias y las otras acciones de los procedimientos policiales se dilatan en tanto tiempo que, en últimas, no queda otra alternativa más práctica que pagar la multa injusta y arbitraria.
Las cámaras de foto detección, según las reglas legales, deben ser anunciadas en los lugares donde se colocan y si el aviso no existe, la supuesta infracción no se puede denunciar válidamente. La norma es de este tenor: “En las vías nacionales, departamentales y municipales, en donde funcionen sistemas automáticos, semiautomáticos y otros medios tecnológicos para la detección de infracciones, se deberá adicionar en la vía señales visibles que informen que es una zona vigilada por cámaras o radar, localizadas antes de iniciar estas zonas.
Para las vías nacionales en donde operen sistemas tecnológicos automáticos o semiautomáticos fijos para la detección de infracciones de velocidad, la señal tendrá que ubicarse con una antelación de 500 metros de distancia” LEY 1843 DE 2017. Esta regla no se cumple, pues se trata de una contratación con particulares y estos aprovechan el negocio.