Quizá no haya una frase que moleste más a alguien que la manida expresión “se lo dije”, la misma nos trae recuerdos de las expresiones maternas al respecto; con frecuencia nuestras madres nos advertían sobre una y mil cosas que casi siempre terminaban ocurriendo y se convertían en una especie de profecías. Con los años hemos venido descubriendo que simplemente se trataba de algo que muchos desconocíamos por entonces, hoy lo llamamos experiencia.
Pues bien, ahora debo decir “se lo dije, se lo advertí”; las noticias de hoy informan que se diagnosticaron los primeros 24 casos de Covid-19 entre los habitantes de Bogotá, cifra que podría ser mucho mayor si se tiene en cuenta el hecho de que la población de este tipo ha sido objeto de pocas pruebas en relación con otros grupos de ciudadanos. En columnas anteriores hemos hecho énfasis en el hecho incontrovertible de que las basuras están siendo mal manejadas y las condiciones de los recicladores y de los habitantes de la calle los hacen muy vulnerables a la pandemia; hoy podemos decir que todo sigue igual, que se aró en el desierto y que las predicciones se cumplieron.
Aún hoy, no hemos visto campañas agresivas sobre el manejo de los residuos, algunos canales privados de televisión han comenzado a realizar campañas aisladas sobre el asunto, pero se siguen sacando en bolsas comunes, o por lo menos del mismo color, con ello se aumenta el riesgo y se propaga el virus. No se puede perder de vista que esta población es de cierta manera nómada y que interactúa con toda la ciudadanía en forma directa o indirecta; la torpeza de mirar este problema como algo que no nos toca, podría estarnos llevando a desconocer una fuente de contagio que podría estarnos matando.
Quisiéramos, no como expertos en temas ambientales sino como simples ciudadanos, comprender por qué el Ministerio de Salud no ha tomado cartas en el asunto, o por qué el Ministerio de Ambiente sigue brillando por su silencio, o en donde están las acciones de los gobiernos locales, principalmente el de Bogotá, sobre el control y la ayuda de esta población. No quisiera desconocer los grandes esfuerzos que se han hecho para manejar la emergencia, pero esto no ha sido suficiente porque la labor debe ser de equipo y un jugador que falle nos lleve al fracaso de toda la estrategia.
Las autoridades también pueden pecar por su desidia y en este caso serán responsables de las consecuencias de no actuar oportunamente.
@alvaro080255