SIEMPRE HAY TEMA
No es fácil escribir cada semana una columna sobre nada, sobre todo o cualquier cosa. Ni siquiera en este país, que antaño fuera del Sagrado Corazón y que ahora es del primero que lo encuentre y lo reclame -según estipula el derecho de bienes que ocurre con las cosas que han sido abandonadas a su suerte, por desidia o resignación, o acaso por incompetencia de sus dueños-. No siempre es por falta de tema: la tierra está plagada de entuertos y henchida de heroísmos que alguien tiene que glosar antes de que los devore el tiempo y se vuelvan pasto del olvido. A veces es por sobreabundancia, por indigestión, porque en el mundo pasan tantas cosas que uno acaba fácilmente hastiado y en ocasiones, indigesto.
Puede que en otras ocasiones, las cosas que pasan ameriten reflexión más sosegada y algo más que un comentario de quinientas palabras. Entonces, ante el riesgo de no decir lo que sería menester, o de no poder desarrollar el análisis con la profundidad que el ejercicio de opinar responsablemente reclama, el columnista preferiría morderse la lengua. ¡Dichosos aquellos que ejercen con impunidad la profesión de opinadores y practican con licencia el arte de la perorata! Y aun así, como algo hay que decir sobre la semana que fue, va en esa columna el registro de algunos acontecimientos que habría que pensar dos o más veces, y que el lector acaso encuentre aleccionadores, paradójicos, conmovedores o incluso curiosos, tales como: -Las elecciones británicas, y en particular, la renuncia de Miliband, Clegg y Farage al liderazgo de sus partidos. Una muestra de eso que se llama responsabilidad política y que muy poco se ve por estos lares …
-La propuesta europea de hundir las barcazas que transportan ilegalmente migrantes a través del Mediterráneo, y que oportunamente aprovechó el embajador ruso ante la Unión Europea, Vladimir Chizhov, para darle a Bruselas lecciones de derecho internacional y buena conducta…
-La iniciativa del presidente tayiko, Emomali Rahmon, de prohibir los nombres que suenen “demasiado árabes”, obligar a los hombres a afeitarse la barba, y calificar a las mujeres que usen hiyab de “prostitutas”, en un país donde el 98% de la población practica el Islam y él mismo lleva el nombre del yerno de Mahoma…
-El silencio del mundo ante el virtual exterminio de los cristianos en el Medio Oriente, acorralados por todos los frentes…
-Y finalmente, el retórico anuncio de conversión de Raúl Castro tras su encuentro con el Papa Francisco en el Vaticano.
*Analista y profesor de Relaciones Internacionales