Andrés Felipe Rangel Gómez* | El Nuevo Siglo
Sábado, 6 de Junio de 2015

La paz en medio de la guerra

“El producto de la justicia será la paz, tranquilidad y seguridad perpetuas serán su fruto”.

Isaías 32:17

Los recientes ataques de las Farc a la infraestructura, que han dejado sin servicio de energía a Buenaventura y Tumaco, transgreden el Derecho Internacional Humanitario, al atentar contra bienes indispensables para la supervivencia.
Adicionalmente, desacreditan a las Farc ante la opinión pública nacional e internacional y su supuesto al compromiso con la paz del país. Esto puede poner en riesgo el proceso de paz y hacer que el gobierno nacional levante el proceso y decida declarar la guerra total contra la guerrilla, lo cual sería inconveniente para una guerrilla diezmada por la acción de la Fuerzas Militares en los últimos años.

Según cifras recientes del Ministerio de Defensa, las Farc cuentan hoy con 6.700 hombres armados,  cifra muy inferior a los 20.700 que tenían las Farc hace 12 años. Las cifras recientes de las Fuerzas Militares informan que cuentan con aproximadamente 438.000 hombres entre Ejército y Policía, los cuales poseen mejor armamento, entrenamiento y equipos de alta tecnología. De acuerdo con estas cifras generales, una eventual terminación del proceso de paz, y la decisión de una guerra total contra la guerrilla, haría que en pocos años las Fuerzas Militares derrotaran completamente a esta guerrilla, haciendo sumamente inconveniente para la guerrilla de las Farc que el proceso terminara.

Esto debería ser tomado en cuenta en todo tiempo por la guerrilla de las Farc, ya que  en términos sencillos se están jugando su existencia como guerrilla en la mesa de negociación.

Desde un angulo político, y en caso de que el Gobierno nacional continúe con el proceso de paz y este llegue a feliz término y las Farc participen de la  política nacional, su actitud beligerante en medio del proceso de paz podría ser castigada en las urnas por muchos colombianos que no estamos de acuerdo con su actividad criminal. 

Por otra parte, la finalización del proceso de paz podría generar bastantes víctimas civiles en todo el país e incrementar la violencia, por lo cual, aunque las Fuerzas Militares podrían tener una victoria en un eventual fin del proceso, esto podría generar daños a la población, que tantos años ha tenido que padecer por la violencia.

Lo mejor opción si queremos avanzar hacia un país en paz, sería continuar con el proceso  y que el Gobierno nacional haga un llamado a que la guerrilla dé muestras de su compromiso con la paz del país. Igualmente se hace necesario, que el Gobierno dé instrucciones, como lo ha venido haciendo, para que las Fuerzas Militares estén alerta en la defensa del territorio nacional y de la vida y bienes de los colombianos.

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Punto de reflexión

Un paso hacia la paz, en medio del conflicto, es más valioso que un paso atrás hacia la tragedia de la guerra.

@feliperangel81

*Politólogo

Universidad del Rosario