ANDRÉS FELIPE RANGEL GÓMEZ* | El Nuevo Siglo
Sábado, 21 de Enero de 2012

Sí es posible

“Si no peleas para acabar con la corrupción y la podredumbre, acabarás formando parte de ella:
Joan Báez

Los habitantes de Magangué demostraron en las pasadas elecciones que sí es posible derrotar a las maquinarias políticas perversas que tanto daño le han causado a su desarrollo al elegir a Marcelo Torres como su nuevo Alcalde, en lugar de su competencia proveniente del viejo modelo político.
Tal vez fue porque con los años se dieron cuenta de que vender el voto es empeñar la conciencia y comprometer el futuro de su municipio. Quizás vieron que vendían su voto y con él las posibilidades de tener un gobierno justo.
O quizás fue porque la insistencia de Marcelo Torres venció lo que el dinero y la corrupción no pudieron lograr. Este hombre afirma haber recorrido todo el municipio, puerta por puerta, para hablar con los habitantes acerca de su campaña. Algunos le decían que tomarían el dinero que les ofrecía su competencia por el voto, pero que votarían por él.
Quizás fue un poco de las dos. Una comunidad cansada de la corrupción y el mal gobierno y un hombre que perseveró hasta lograrlo. Lo cierto, es que actualmente en Magangué ya no gobierna la maquinaria tradicional, sino un símbolo de la esperanza, alguien que, al parecer, tiene las intenciones de trabajar por su comunidad.
Magangué nos demuestra que sí es posible derrotar las maquinarias que como sanguijuelas se han enquistado en el gobierno de muchos lugares del país. Sus habitantes nos demuestran que aún hay conciencia política, que la venta de votos y la corrupción no tienen asegurados sus lugares en el poder.
Magangué sirve de ejemplo para que muchos municipios y departamentos de Colombia, en los cuales por décadas han gobernado unas familias, o elites siniestras, que han impedido el desarrollo de sus regiones, despierten y consideren otras opciones para que dirijan sus destinos hacia mejores puertos.
Sí es posible que la ciudadanía reflexione y se dé cuenta que el modelo político tradicional no lleva a ninguna parte. Que vender el voto quizás sirva para comprar un mercado, pero con el mercado se van los sueños de un mejor futuro para su familia, pues los politiqueros de turno llegarán al poder a succionar los recursos destinados a construir mejores vías, más hospitales y mejores colegios.
Marcelo Torres tiene por delante un gran reto: no decepcionar la confianza depositada en él por los ciudadanos. Este hombre ahora tiene la oportunidad de servir con transparencia y calidad a su gente durante 4 años, para promover el desarrollo y mejorar sus condiciones de vida. Tiene el reto de responder a la confianza otorgada en las urnas y de lograr dentro de 4 años que la gente diga: Sí es posible el desarrollo mediante un buen gobierno.
Afrg8103@gmail.com
*Politólogo