ANDRÉS FELIPE RANGEL GÓMEZ* | El Nuevo Siglo
Sábado, 2 de Agosto de 2014

¿Cómo va el proceso de paz?

 

“O caminamos todos juntos hacia la paz, o nunca la encontraremos”.

Benjamín Franklin (estadista y científico estadounidense)

La paz nunca ha sido una tarea fácil, y lo es menos en un país como Colombia que tiene tantas dificultades sociales por superar. Los últimos atentados de las Farc, en contra de la población son una muestra de una guerrilla que no está comprometida con la paz ni con la población civil a quien pretende representar, y una señal desafortunada  hacia una nación que espera la paz después de tantos años de conflicto.

El  presidente Santos, ya hizo un llamado a la guerrilla  en este sentido, e incluso habló de una eventual terminación del proceso de paz. Esperemos para ver cómo responde la guerrilla a este llamado de atención. Lo que es difícil de comprender es cómo la guerrilla no aprovecha la oportunidad para avanzar en un proceso de paz que puede ser de gran beneficio para ella, actuando desde ahora en la búsqueda de la paz y del perdón de una nación que por tanto tiempo ha tenido que padecer la violencia.

Un reciente estudio realizado por el Barómetro de las Américas indica que el 35.1% de  una muestra nacional aceptaría una victoria de las Farc en las elecciones locales de 2015. Esto refleja que si el proceso de paz continúa y tiene éxito esta guerrilla tendría opciones de participar en la política local.

Por otra parte, las recientes acciones terroristas de la guerrilla se adelantan en  medio del  respaldo al proceso de paz del primer ministro de Japón, Shinzo Abe, empañando un poco más la imagen de ésta ante la comunidad internacional.

Sin lugar a dudas la paz en Colombia es más que una necesidad. Si en el país avanzamos en el tema de la paz habrá más presupuesto para educación, salud, desarrollo y temas sociales. Sin embargo, esto requiere un esfuerzo de todos, principalmente de la guerrilla, que debería dejar de realizar atentados contra la población civil y trabajar con esfuerzo en el propósito de lograr acuerdos con el Gobierno; igualmente es necesario que como colombianos estemos dispuestos a poyar el proceso, a perdonar como sociedad y a respaldar los acuerdos en la medida en que estos sean de beneficio para la nación.  Quizá el camino hacia la paz no sea fácil, pero será menos violento y menos costoso que el camino de la guerra. Probablemente, a la sociedad y a las víctimas no les sea fácil perdonar a la guerrilla, pero el odio y la venganza no pueden ser la alternativa.

El Señor Jesucristo permita y ayude al Gobierno, a la sociedad colombiana y a la guerrilla a avanzar hacia una Colombia cada vez más pacífica y menos violenta; en donde la salud y la educación de calidad, y el desarrollo económico y social sean las buenas noticias con las que nos despertamos cada día.

@feliperangel181

*Politólogo