Se acerca el final del proceso de paz
LUEGO de tantos giros, aciertos y desaciertos, se acerca el final del proceso de paz entre la guerrilla de las Farc y el Gobierno nacional. Las partes, a pesar de sus diferencias, se han colocado de acuerdo y todo parece indicar que se tendrá un acuerdo final próximamente.
Se han logrado acuerdos en temas tan importantes como narcotráfico y cultivos; política de tierras y desarrollo agrario y participación en política. En el tema de narcotráfico y cultivos se ha acordado: el desminado, la entrega de rutas, la nueva política anti-restitución y las estrategias para bajar el consumo de drogas.
En cuanto al tema de política de tierras y desarrollo agrario se ha acordado: el acceso y uso de la tierra, la formalización de la propiedad, establecer una frontera agrícola y la promoción de la protección de las zonas de reserva; generación de programas de desarrollo con enfoque territorial y el mejoramiento de la infraestructura y la adecuación de tierras entre otros.
En relación a las participación en política de las Farc se han acordado varios temas tales como: La creación de las Circunscripciones Transitorias Especiales de Paz, la seguridad de las Farc con el sistema integral de seguridad para el ejercicio de la política; se acordó la creación de una comisión para el estatuto de garantías y se concertó establecer medidas que promuevan y garanticen “una cultura de reconciliación, convivencia, tolerancia y no estigmatización”.
Ya las Farc están haciendo los ajustes internos para convertirse en un movimiento político. Se preparan estudiando geografía, historia y matemáticas.
Sin embargo, aún hay un clima de polarización muy fuerte en torno al tema de la paz. Por una parte se encuentran los opositores del proceso de paz, que han hecho marchas y convocatorias buscando deslegitimarlo. Por otra parte, se encuentran los que lo apoyamos y queremos ver que la tragedia de 50 años de guerra en Colombia llegue a su fin.
Esta polarización no es constructiva, sino que nos divide ante una coyuntura histórica en la que deberíamos estar unidos como país en la búsqueda de la paz. Es necesario recordar que los acuerdos a los que lleguen el Gobierno y las Farc deberán ser aprobados o no por todo el país en el plebiscito que se realizara.
El plebiscito es una oportunidad para que como país nos manifestamos unánimes frente a la posibilidad que nos ofrece la historia de decirle si a una Colombia en paz. Esperemos que cuando llegue el momento de hacer este plebiscito, los argumentos a favor de una nación en paz triunfen sobre los argumentos en contra de la paz.
Una Colombia en paz podrá ser más productiva, prospera y desarrollada. Tendremos mayores posibilidades de desarrollo para el campo, el turismo, la ganadería y los negocios en general. Una Colombia en paz debe ser nuestra meta.
@feliperangel81
*Politólogo Universidad del Rosario.