“El país cuenta con un sistema robusto”
RECONOCIMIENTO INTERNACIONAL
Sector energético de clase mundial
EN Colombia en materia de servicios públicos, particularmente del servicio público de energía, hay un antes y un después de las leyes 142 y 143 de 1994, las cuales recogieron las lecciones aprendidas de la debacle que le significaron al país los 14 largos meses de racionamiento del servicio de energía eléctrica en todo el territorio nacional, que le pasaron una factura de punto y medio del PIB a la economía nacional. A partir de la entrada en vigencia la Ley eléctrica quedó claramente establecido que la prestación de este servicio se rige por los principios de “eficiencia, calidad, continuidad, adaptabilidad, neutralidad, solidaridad y equidad”. Con la nueva Constitución Política de 1991 y estas leyes que la desarrollaron se estableció una nueva arquitectura institucional, en la cual la iniciativa privada tiene un amplio campo de acción en toda la cadena, desde la generación hasta su distribución.
Esta mixtura del sector público y privado es la que ha permitido que el país cuente con un sistema robusto que le ha garantizado a Colombia confiabilidad y firmeza en la prestación del servicio. Es más, en los últimos 20 años de vigencia de este nuevo modelo se han registrado tres episodios del fenómeno del Niño, el mismo que colapsó el sistema eléctrico entre 1992 y 1993, sin que se tuviera que racionar la prestación del servicio, como sí ocurrió en otros países de la región. Ello es de particular importancia dado que una de las moralejas que nos dejó el apagón de comienzos de los años 90 fue que la energía más costosa es aquella de la que no se dispone justo en el momento que se requiere.
Esta historia de éxito le ha valido a Colombia un gran reconocimiento a su sistema energético que podemos catalogar como de clase mundial. Colombia apenas sí ha mejorado su posicionamiento en el índice de competitividad del FEM al pasar del puesto 69 al puesto 66 entre 144 países. En contraste con el sector de infraestructura, que es en donde Colombia tiene las mayores falencias y por ello ocupa la posición 84, en cambio el Índice de desempeño de su arquitectura energética del mismo FEM muestra a Colombia en el puesto 7 entre 124 evaluados. Entre tanto, según el Índice de sostenibilidad Energética 2013 del WEC, Colombia ocupa el puesto 24 entre 129 países del orbe.
La excelencia de la arquitectura institucional del sector y su reconocimiento internacional, los avances en materia regulatoria y los logros en materia de cobertura y calidad en la prestación del servicio, excepción hecha de la región Caribe por razones bien conocidas, no nos debe llevar a la autocomplacencia. De allí la pertinencia de la convocatoria por parte de la FND y el BID del Dialogo en torno del Desafío del Sector energético de cara al posconflicto para tomarle el puso y recomendar los ajustes que sean necesarios.
*Exministro de Minas y Energía