Amylkar D. Acosta M* | El Nuevo Siglo
Viernes, 30 de Enero de 2015

Precios del crudo

Nadie se imaginó que después de alcanzar los precios del crudo su pico con cotizaciones de US$ 107.95 el barril el WTI y US$ 115.19 el Brent el 16 de junio de 2014, siete meses después se desplomaran hasta romper la barrera de los US$ 50 el barril, acumulando una caída del 55%. La sobreoferta de crudo y la debilitada demanda, por cuenta de la desaceleración del crecimiento de la economía global, nos lleva a presentir que esta tendencia se mantendrá por lo menos hasta mediados de 2015.

Después de pronosticar un crecimiento en el 2015 de 3.8% para la economía global ahora lo limita a un 3.5% y el crecimiento de la economía china, que en la última década se había convertido en la remolcadora, después de crecer 10.4% en 2010, en el 2011 9.3%, en 2012 y 2013 el 7.7%, en el 2014 volvió a bajar a 7.4% y la proyección última del FMI es de 6.8% para 2015. Latinoamérica, después de crecer en los últimos años por encima del promedio de la economía mundial, ahora al revisar sus proyecciones se vaticina un anémico crecimiento de la economía regional de sólo el 1.3%, casi un punto porcentual menos de su anterior proyección.

En el caso particular de Colombia su revisión lo llevó a cambiar su proyección para 2015 de 4.8% a 3.8, que todavía presagia un buen desempeño pese al lastre de los bajos precios del petróleo, el carbón, el oro y el ferroníquel, que representan más del 70% de las exportaciones de Colombia.

Y ello, no obstante que para el mismo FMI la baja en los precios del crudo deviene como un “impulso súbito” a la economía global, en especial al crecimiento de las economías de los países importadores de crudo, destacándose entre ellos China.

También se ha dicho que la caída del precio desalienta la inversión de la industria petrolera, que algunos productores, sobre todo aquellos que incurren en mayores costos, saldrán del mercado y ello contribuirá a que los precios en su caída toquen fondo y se produzca el efecto rebote. La dificultad para predecir en qué momento ocurrirá está en el hecho de que, según Andrew Hall, “no está claro cuánto demorará el proceso, ni cuál será el nuevo precio de equilibrio”.

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*Exministro de Minas y Energía