La destorcida
Después de un largo ciclo de precios altos de los productos básicos en los mercados internacionales sobrevino una caída sincronizada de los mismos, a causa de la contracción de los mercados provocada por la desaceleración del crecimiento de la economía china, la débil recuperación de la economía estadounidense y los amagos de una nueva recesión de la tambaleante economía de la Unión Europea. El año 2012 fue testigo del súbito descenso de la demanda y del consiguiente desplome de los precios de las materias primas, lo cual vino a afectar a los países dependientes de las exportaciones de las mismas, tal es el caso de Latinoamérica en general y de Colombia en particular.
Colombia vio afectados los precios del carbón, del oro y del ferroníquel, los cuales cayeron en los últimos 36 meses 38%, 27% y entre 19% y 20%, respectivamente, no así el petróleo que hasta mediados de este año se mantuvo en niveles por encima de la barrera de los US$ 100 el barril. En la medida que sus exportaciones de crudo siguen rozando el 50% de las exportaciones totales, esta circunstancia atenuaba el impacto de los cambios en el entorno internacional.
Pero, desde mediados del mes de junio la espiral alcista de los precios del crudo cedió y empezó la destorcida, a tal punto que para el 14 de octubre el bajonazo de los precios había llevado el WTI a bajar su cotización desde los US$ 107.95 a los US$ 81.4 y el Brent desde los US$ 115.19 el barril a los US$ 84.01. Estamos hablando de una caída estrepitosa en su orden del 24.2% y 27.1%.
Son múltiples las razones que han determinado la baja de los precios, entre ellas la revaluación del dólar frente a las demás monedas, la mayor oferta de crudo, la reducción del consumo y las importaciones por parte de Estados Unidos, la desaceleración de la economía china y su menor demanda de materias primas. Todo indica que los precios del crudo tardarán en reaccionar al alza, toda vez que la tendencia a la baja lejos de ser coyuntural responde a los fundamentales del mercado y por ello tiene carácter estructural.
En el pasado la OPEP tenía el peso y el poder suficientes como para influir en los precios con sus decisiones, esta vez no ocurre lo mismo, como afirma Goldman Sachs “la OPEP ya no actuará como el productor que da el primer paso” en procura de detener la caída del precio.
Los precios del petróleo se caracterizan por su gran volatilidad, recordemos cómo después de cotizarse a US$ 146 el barril en julio de 2008, seis meses después había caído hasta los US$ 35 y luego tardó año y medio para superar los US$ 100.