Alfonso Orduz Duarte | El Nuevo Siglo
Sábado, 23 de Enero de 2016

A TRAVÉS DEL TEODOLITO

Isagen, perspicacia ciudadana

“Gobernar es prever”

Por Alfonso  Orduz  Duarte

SE  llegó el día de la aceptación de la única propuesta para la compra del 16% de la generación eléctrica por el 57,6 % de su valor. Compartiendo,  como lo hacemos los conservadores, como política de Estado que el gobierno no se ocupe de asuntos que pueden adelantar los particulares, tenemos que estar conformes de haber vendido parte de este bien. En lo que manifestamos nuestra discrepancia es en el hecho de habérsela entregado a un solo proponente o subastador, por más que la disposición que autorizó su venta hubiera contemplado como válida esta circunstancia. Hubiera sido preferible la contienda entre varios. Pero bueno, al fin y al cabo así se hizo y salvo demandas o intervenciones legales en las cuales somos expertos los colombianos, este bien quedará en propiedad de otra persona, en este caso de origen canadiense, pero eso sí bajo el control constitucional y legal del Estado colombiano. Ahí sí que  el Estado debe vigilar, a través de los organismos de control del caso, que Isagen siga cumpliendo con las funciones para las cuales fue creada en beneficio del país.

 

La gran controversia que se desató alrededor de este negocio  da derecho a pensar y a hacer las cábalas que más convengan a la manera de pensar o a sus ambiciones personales del ciudadano sobre los asuntos del  Estado. Una es la expuesta: el Estado debe ocuparse básicamente de los asuntos que le son propios como son la administración de justicia, la defensa nacional, le educación y la salud de los colombianos; son temas y asuntos a los cuales no se puede sustraer y no atenderlos es faltar a su obligación primordial. Por eso, que se venda Isagen o un porcentaje de ésta, no es tema que sorprenda sino más bien lo contrario: parece bien  siempre y cuando el producto de su venta se dedique ya sea a incrementar y mejorar la infraestructura física o la social. No hay que olvidar que el criterio con el cual se manejan los asuntos públicos, lejos de hacerlos comparables con los temas comerciales, industriales, etc., es decir en términos monetarios, deben propender por el bienestar de la comunidad colombiana. Generalmente los resultados de esta política no son necesariamente de corto plazo. Por eso es que dicen que gobernar es prever. Esta máxima está siempre en las mentes de los estadistas por lo cual suelen ser incomprendidos,  pero reconocido su pensamiento cuando sus previsiones hayan sido correctas y bien manejadas.

 

También hay derecho a pensar en forma por demás sibilina; pensando que el cambio de uso de los recursos puede estar motivado por razones políticas de inmediata realización. Ahora que ya se está hablando de la sucesión del presidente Santos dentro de dos años, cuando serán las elecciones, se están alineando los posibles contendientes, sus amigos y simpatizantes y también los enemigos.  El dinero producto de la venta tiene aspirantes; no se quiere decir con esto que se van a quedar con él, sino que van a intervenir para usarlo en obras a las cuales se vinculen los nombres de quienes  aspiran el favor de sus compatriotas a la hora de votar. Y esos son los posibles candidatos a la sucesión en el 2018. Ubicarlos, por ahora, es cuestión de perspicacia de los ciudadanos. Es una lucha  en la cual dicen que todo es válido.