A TRAVÉS DEL TEODOLITO
¿Voto castigo?
Se aproxima el día en el cual los bogotanos a través de su voto manifiesten si quieren que la ciudad de sus afectos cambie el rumbo de lo que hemos tenido que presenciar y sufrir en las tres últimas administraciones, encomendadas a representantes de la izquierda bogotana por su propia voluntad: Garzón, Samuel y Clara, luego para cerrar con broche de oro don Petro a quien no le ha salido nada bien.
Ahora tendremos oportunidad de decir en forma contundente que queremos que esto cambie y que nosotros también cambiemos orientando nuestros deseos porque la ciudad quede, por nuestra voluntad, bien administrada. Quienes suelen tener la responsabilidad de proponer soluciones idóneas no han logrado ponerse de acuerdo y a quienes nos han propuesto como candidatos, en justicia, no se les puede achacar tener señalamientos que los hagan lucir ineptos. La ineptitud está en si se apegan a ambiciones que no son precisamente el bienestar general.
De los que hasta ahora figuran como candidatos con alguna opción: Pardo, Peñalosa y Clara, no existe la menor duda entre quienes queremos que esto cambie, la opción para lograrlo está entre los dos primeros. Parece que a Clara le sucedió durante el tiempo que fue Secretaria de Gobierno de Samuel, algo parecido de lo que le ocurrió a Samper que no supo que a su campaña le habían entrado millonadas de aportes no muy santos. Como la mayor parte de asesores de la época que no se dieron cuenta de todas las martingalas de narcos y paras que permitieron que la caja de la campaña se nutriera de dineros; directores y asesores suyos se movilizaran a lo largo y ancho del país llevando las buenas nuevas representadas en dinero en efectivo, ella no se dio cuenta de los negociados que se estaban cocinando con bastantes participantes entre ellos concejales que hoy están condenados. Como a la gente hay que creerle mientras no se demuestre lo contrario a lo que dice, creámosle que nada supo lo cual, nos lleva a pensar en que cerró los ojos o miró para otro lado cuando todo lo que la ciudad está sufriendo sucedió, fue ajeno a su percepción. Mala cosa para quien aspira a conducir los destino de la capital. Pero por otra parte aun creyéndole, el votante debe pensar seriamente si es del caso darle una cuarta oportunidad a la izquierda bogotana, con los antecedentes de las últimas tres oportunidades que ha tenido. Es el caso que se manifieste por parte de la ciudadanía, lo que los analistas políticos llaman el voto castigo, que es la expresión democrática del rechazo a una manera de actuar o gobernar por parte de los partidos que patrocinaron a los alcaldes.
Pero bueno, bastante se ha dicho y se ha escrito sobre la elección de la cabeza de la administración, sin embargo, es poco lo discutido sobre los candidatos al Concejo. Hay que abrir bien el ojo para votar por los integrantes de este cuerpo administrativo, recordando que buena parte de los que fueron elegidos o están en la cárcel o están siendo investigados por el desfalco a la capital. Los escogidos deben ser personas intachables cuyo propósito no debe ser otro que el de ayudar a que esto mejore y que Bogotá por ser la capital, merece recuperarse de estos años de ineptitud.