La política liberal al rojo vivo
He estado diciendo en estas columnas que uno de los subproductos de la actitud de Uribe y sus amigos ha agitado la política y la ha puesto interesante, al rojo vivo porque se están destapando y poniéndose al escrutinio general las pasiones y anhelos de quienes aspiran a quedar en las listas de los partidos para ser elegidos al Congreso. Dicen unos que de lo que se trata es de renovar los cuadros directivos y permitir que quienes han estado figurando por muchos años y le han prestado servicios, buenos o malos, a su partido o al país, pasen a condición de eméritos. Eso trae a la memoria lo que hizo Santofimio en el Tolima con sus copartidarios a los cuales los obligó a pasar a la reserva y ya sabemos con cuales consecuencias.
La renovación comenzó con la lista que el llamado Uribe Centro Democrático presentó; ahí se manifestó un relevo, especialmente en cuestión de género. Bastantes mujeres, todas llenas de merecimientos las cuales seguramente van a mover la conciencia de los votantes que desean verlas ayudando a darle un tono diferente a la política. Ojalá así sea.
Navegando en materia de simpatías y doctrina políticas ajenas al liberalismo, pareciera un poco abusivo opinar lo que le sucede en este partido. Pero al fin y al cabo se trata de una comunidad política que ha estado presente en la vida nacional y desde ese punto de vista, aunque no se milite en sus filas, es válido opinar pues al fin y al cabo sus decisiones van a gravitar sobre la vida nacional. No se explica el observador, porqué están agarrados los liberales por definir quién va a encabezar la lista al Senado. Son tres quienes se disputan ese honor o distinción con lo cual desean satisfacer a su propio ego. Si lo que quieren es prestar un servicio, ¿importa mucho el lugar en el cual figuren los nombres de los aspirantes si de todas maneras van a ser elegidos? ¿O será que le tienen desconfianza a la voluntad de los votantes liberales? Serpa, Viviane y Galán son los liberales que a dentelladas se están peleando el señalado honor de encabezar la lista del partido liberal. El primero es un político que ha venido figurando en el escenario nacional desde hace bastante tiempo, ¿si se dice 40 años se le estará poniendo un lastre a su candidatura y por una edad exagerada? Su última figuración en la nómina fue la Gobernación de Santander en donde parece que hizo una buena tarea. En cualquier posición que figure el país podrá disfrutar de sus luces. Viviane también es persona que el país y su partido conocen bien; su paso por la Fiscalía que fue su última presentación fue controvertida pero al fin y al cabo la exhibió a nivel nacional. Galán parece que representa la renovación; no es mucho lo que puede mostrar salvo su ímpetu juvenil que hace su figura atractiva. En resumen parece que el liberalismo puede estar en un punto de inflexión interesante.