Alfonso Orduz Duarte | El Nuevo Siglo
Sábado, 28 de Marzo de 2015

A TRAVÉS DEL TEODOLITO

Política y crisis económica

Bien parece que la crisis de Grecia saldrá de la rigidez de los planteamientos económicos y financieros para trasladarse al campo político.  Esa es por lo menos la impresión que dejan los comentarios  que se leen  en las publicaciones europeas, pero particularmente Der Spiegel, famoso y tradicional semanario alemán que analiza con perspicacia los acontecimientos tal como se van sucediendo.

La actitud que ha tomado la Comisión Europea, cuyo presidente ha manifestado que Grecia es una parte muy importante de la Unión Europea. En pasadas columnas  he recogido la situación en la cual se halla Alexis Tsipras entre la espada y la pared. Por un lado sus promesas electorales que lo llevaron al poder y las propuestas de austeridad de la UE para que ésta, a través de los organismos correspondientes, acuda en su ayuda.          Lo cierto es que miembros importantes de la UE no desean que Grecia se aparte del área del euro. Pero este juego de  opiniones tiene sus efectos en Europa.  Por ejemplo, la actitud de Alemania que es clara en el sentido de insistir en la aplicación de los principios de austeridad, simultáneamente con el deseo de conservar a Grecia dentro del área del euro. Su canciller Ángela Merkel, así como el presidente de la Comisión Europea han morigerado la postura del director del Banco Central  Europeo (ECB) de empujar a Grecia fuera del área del euro, la moneda común. Grecia para mantenerse sobreaguando ha emitido bonos de asistencia de liquidez de emergencia por 15 billones de euros los cuales han sido adquiridos por los bancos griegos. La legalidad de estas operaciones tiene pensando al ECB.

El gran predicamento para los involucrados, la UE, es que la deuda total de Grecia es de de 324 billones de euros de los cuales a Alemania le corresponden 63 billones y 52,9 billones a préstamos bilaterales a otros países del área. La eventual salida de Grecia ha tomado el nombre Grexit; de sucederse Alemania tendría que olvidarse de su deuda o hacerla efectiva no se sabe cómo. Ni siquiera Francia e Italia, amigos tradicionales de Grecia entre otras razones por pertenecer a la cuenca del Mediterráneo, son ahora sus aliados. Finlandia mucho más alejada está pendiente de las soluciones que se adopten para Grecia, la cuales, quiérase o no afectarán sus próximas elecciones pues un partido el de los Verdaderos Fineses tiene una posición anti Unión Europea; sostiene que la posición de la zona del euro ha sido demasiado comprensiva y tolerante en el caso de Grecia. España, otro país del Mediterráneo también enfrenta problemas políticos internos pues su actual gobierno tiene como enemigo, de nuevo cuño,  al partido de izquierda Podemos el cual es considerado como un riesgo latente en las elecciones de fin de año.

La solución de los asuntos serios que enfrenta Grecia se convirtió en tema que no solamente se discute en nivel bancario, sino que su solución afecta de una u otra manera a miembros de la UE, por lo cual la acción política y diplomática se está abriendo paso. La zona del euro está amenazada. Hay quienes dicen que su salida no afectará, pero eso lo tiene que estudiar y decidir la UE compuesta por sus gobiernos.