Gabinete especial para la paz
Los periodistas profesionales y los columnistas de prensa tienen el deber de ocuparse en los asuntos del Estado cuando deban ser divulgados para la opinión pública en debida forma. Por eso quiero difundir en síntesis lo que se dice sobre el nuevo gabinete del presidente Juan Manuel Santos Calderón, el cual ha sido bien recibido como un adecuado instrumento para conseguir en breve tiempo la paz nacional que las guerrillas tienen alterada desde hace varias décadas.
Entre los nuevos ministros del Despacho han sido elegidos por el señor Presidente, entre otros, los doctores Juan Gabriel Uribe y Juan Camilo Restrepo, en representación del Partido Conservador. Así se está llegando a la unidad nacional a través de personas ilustres é idóneas capaces de enfrentar y resolver problemas inherentes a sus funciones.
En este momento las clases dirigentes de la opinión pública se dividen en movimientos propios para hacer la paz nacional, los cuales deben ser respaldados integralmente por todos los ciudadanos, en la medida en que se va identificando su buena fe para hacer la paz, ayudando con entusiasmo a las Fuerzas Armadas y de Policía, que han mantenido su moral en alto y su patriotismo más absoluto.
Las guerrillas que aceptaron hacer la paz en breve tiempo, están derrotadas y disminuidas en su accionar violento y es necesario vigilarlas continuamente hasta que se llegue a su impotencia total, para que se integren como personas de bien a la sociedad. Y las demás fuerzas deben ofrecer un apoyo constante en respaldo a las Fuerzas del Gobierno Nacional.
En mérito de lo anterior se debe tener en cuenta que en una guerra aunque sea de guerrillas como la colombiana nadie gana, porque pierde la economía, pierde la ecología y pierde el pueblo. En la paz todos ganamos y el progreso avanza sin dificultades. La Patria nos debe inspirar para el bien ya que se trata de un valor espiritual, físico y metafísico, que como decía alguien “es un valor espiritual desde el principio a cuya formación han contribuido con su esfuerzo varias generaciones sucesivas”, y yo diría que se trata de un valor espiritual que nos acerca a Dios en cada instante.
Finalmente, todos debemos apoyar sin ambages tanto a las Fuerzas del Gobierno como a las de la misma guerrilla siempre que éstas muestren buena fe en el avance el proceso de paz en que se han comprometido para bien del país.
Mi condición de periodista me obliga a solicitar no sólo a las clases dirigentes a brindar un apoyo incondicional al Gobierno, a las Fuerzas Armadas y de Policía, sino a la ciudadanía en general, teniendo presente que si todos nos ponemos de acuerdo, podremos llegar a la pacificación total de la Patria, para el progreso de las presentes y futuras generaciones. Invito con todo entusiasmo a que seamos optimistas en todos los aspectos del desarrollo nacional, en lo económico, social, cultural, político y jurídico en función del Estado de Derecho y de la más firme democracia.