“Un grande nubarrón hay en el cielo de Bogotá”
Así se tituló la magistral conferencia dictada por el doctor Gabriel Melo Guevara el pasado jueves 22 de agosto en la tradicional “Casa de La Soledad”, sede del Partido Conservador Colombiano.
Hablando de doctrina conservadora, la conferencia del Dr. Melo giró en torno, precisamente, de la esencia de lo que significa el ser conservador, primero como individuo y luego en la sociedad.
Como aquel vallenato de Rafael Orozco, “un grande nubarrón hay en el cielo”, nosotros insistimos en no darnos cuenta.
Un grande nubarrón hay en el cielo de Bogotá, por ejemplo. Los capitalinos insistimos en no darnos cuenta de la grave amenaza que representa para la ciudad Claudia López.
No contentos con las tres administraciones de la izquierda en el poder, esperamos, resignadamente, manteniéndonos en pie, de una manera estoica, a que los acontecimientos nos atropellen, sin tener una actitud clara para enfrentar los problemas que nos atañen.
Dentro de esa pasividad ciudadana se diría que el Partido Conservador ha estado alejado del poder bogotano desde que Andrés Pastrana Arango fuera su último alcalde, 7 de agosto de 1988, cuando se obtuvo la mayor votación en el Concejo capitalino en su historia.
Desde entonces, el PC perdió su relevancia, convirtiéndose en un apéndice del Palacio de Liévano, así como lo es a la Casa de Nariño desde la llegada de Álvaro Uribe Vélez, a tal punto que en la actualidad solamente cuenta con tres concejales, quienes tratan de cumplir con su tarea a pesar de sus dificultades.
Los conservadores, sostiene Melo Guevara, ante los grandes nubarrones que aparecen en el cielo deberíamos sacudirnos, salir de nuestro confort, prepararnos con valentía para las próximas elecciones, en dónde el nubarrón está ahí, pero no lo queremos ver. No queremos darnos cuenta.
El Partido Conservador debería convencer al elector para que acuda a las urnas porque es probable que nos encontremos ante las últimas elecciones democráticas tales como las conocemos, teniendo en cuenta que la izquierda carnívora se encuentra ad portas del triunfo electoral, si nosotros lo permitirnos.
Sostiene Melo que el Partido Conservador debería encontrar unos programas atractivos para que su electorado se decida a participar, con el fin de que esos conservadores clásicos vuelvan a la “Casa de La Soledad” y a las distintas sedes regionales, abandonadas por el poder central.
El Partido Conservador si lo quiere, y lo desea, tiene un momento histórico para volver por los caminos del poder.
Puntilla: Mientras tanto, tal como lo mencionara Álvaro Gómez Hurtado, hemos pasado a una situación escandalosamente paradójica, donde pareciera que nuestro sistema de justicia podría estarse pasando al bando de los criminales.