Recientemente escuchamos la advertencia que hizo el señor Procurador General de la Nación, doctor Fernando Carrillo, a los funcionarios públicos, al decir que si estaban alistando las maletas y haciendo contactos para poner sus nombres a consideración del pueblo colombiano en sus aspiraciones electorales como candidatos a la Presidencia de la Republica o al Congreso, debían retirarse entonces de los cargos y no hacer uso de los mismos para lograr sus propósitos personales y electorales. Dicha actitud y palabras fueron vistas por el país con agrado y respaldo.
Lo que es verdaderamente increíble es que después de esa advertencia, veamos que lo único que han hecho esos funcionaros es actuar en contravía de las palabras del Procurador y continuar utilizando sus cargos y los bienes del Estado en beneficio propio. ¿Qué decir de presuntos candidatos reuniéndose con más de treinta y cinco congresistas para mirar y analizar sus aspiraciones? Embajadores que por cuenta de los impuestos pagados por los colombianos viajan con pasajes y viáticos de sus sedes diplomáticas a Colombia para reunirse con dirigentes políticos y conseguir apoyo a sus aspiraciones, además de utilizar los medios de comunicación tanto nacionales como internacionales para esos mismos efectos… Y qué decir también de quienes usan no sólo el poder sino aviones, helicópteros, caravanas de automóviles y escoltas para recorrer el país en ejercicio de funciones públicas buscando el respaldo popular en las próximas elecciones.
Hablando de casos de corrupción, casos que cada vez tienen más presencia en los diferentes medios de comunicación, creo que es tan corrupto recibir dineros de contratos a través de campañas políticas como el uso, por parte de funcionarios, de los bienes y recursos del Estado en aras de cumplir las aspiraciones personales. ¿Cuánto dinero se han gastado estos funcionarios mientras los colombianos tenemos que pagar más en impuestos, que han aumentado bajo pretexto del déficit presupuestal? ¿Cuál es la responsabilidad que tienen hoy las personas que están a cargo de la cosa pública? Hace algunos meses el Presidente instruía a sus funcionaros de todos los niveles que para bajar el gasto público, por ejemplo, no debían viajar en clase ejecutiva. No obstante, todos los días los mismos violan tal disposición. Es decir, todo se queda en palabras y, mientras tanto, los ciudadanos pagamos los desmanes y abusos.
Por eso el señor Procurador, ejerciendo sus atribuciones, debe imponer rápidamente las sanciones correspondientes. Creo, señor Procurador, que si se aplican las normas que prohíben la participación en política de los funcionarios públicos, la lista de posibles sancionados será de varias páginas y de distintos rangos de la administración pública. Los colombianos, por otra parte, tenemos la obligación moral con nuestra patria de estudiar bien a quiénes o a quién le depositamos nuestro voto. No podemos seguir apoyando a aquellos que nos han defraudado con programas que no han cumplido o a quienes estamos viendo inmersos en actos corruptos o abuso del poder. Sencillamente, si seguimos votando descuidadamente, seguiremos destruyendo el país y el futuro de nuestros hijos y las nuevas generaciones.