Así como una canción de la cultura ladina, es decir, de los judíos que vivieron durante siglos en la península ibérica (en Sefarad -España-) hay que decirle adio a este año 2020 que al fin se va. Dice la canción: Adio, adio kerida, no kero la vida, me l'amargates tu (Adiós, adiós querida, no quiero la vida, me la amargaste tu). Al parecer, a muchos, este año amargó sus vidas y sin lugar a dudas a quienes perdieron seres queridos, ya quizá ni quieren la vida. Así que, bien ido; que se marche ya y no vuelva el 2020. Sin embargo, existen también los casos de un sin número de personas que sus vidas tuvieron un cambio de 180% a favor para sí mismos. Así las cosas, para unos hubo cambios para mal -aparentemente- y para otros hubo cambios positivos. En conclusión, fue un año de cambios. Pero, en términos generales, ¿cuál es el escenario -o scenario para los anglosajones- que trae consigo el 2021?
¿Nos acercamos al fin del covid-19 o apenas estamos en medio de esta? Eso no es claro, además, el tema de las vacunaciones tampoco lo es. La nueva cepa, que se originó en Londres, es tan solo una más de las que ya existen y vienen en camino. Incluso, la vacuna que ya se ha alcanzado en distintos países, podría terminar por ser obsoleta ante una abrupta mutación del virus, lo que supondría nuevas cuarentenas, colapsos sanitarios, crisis sociales y económicas. De hecho, Londres, tuvo que establecer una nueva cuarentena, replicada por el sureste inglés. Asimismo, varios países suspendieron la comunicación aérea con el Reino Unido. Demostrando que todavía no se está cerca del cese del “virus chino”.
El nombre de “la cepa inglesa”, responde a B.1.1.7, es de mayor propagación y afecta más a los menores, hasta de 15 años, algo que no era común con las cepas hasta ahora conocidas. Ahora bien, así esta mutación del covid-19 no sea más letal o peligrosa, al tener un porcentaje de propagación de hasta un 70% mayor a las demás cepas, haría naturalmente que los contagiados se multiplicasen a un nivel en el cual todo termine por colapsar. Y, frente a las vacunas, el reto sería el de inmunizar a todos los países con altos niveles de covid-19, algo que sobrepasa las cifras logísticas de cada nación, e incluso de la producción farmacéutica.
El Dr. británico Vernon Coleman, conocido últimamente por su rechazo al covid-19 como una invención en contra de los ancianos, que en sus palabras: han sido el “blanco” de esta pandemia, con el objetivo de reducir la población mundial y los costos vinculados con su atención. Ahora tendría que cambiar su discurso, en este hipotético pero posible escenario, donde el virus se propague en niños-adolescentes y los pueda afectar de manera tan mortal como a los adultos y adultos mayores.
Como lo dijo el epidemiólogo español, Fernando Simón: "El problema de la cepa inglesa no reside en si hay casos en el país o no. Su problema es la hipotética mayor transmisión”. Además, ya llegó a Estados Unidos -país más afectado- y a Suramérica.
@davidrosenthaal