Abrir las iglesias | El Nuevo Siglo
Jueves, 9 de Julio de 2020

Cualquier lugar es propicio para rezar, elevar el espíritu y hablar con Dios, pero no todo lugar es adecuado para practicar el culto a la fe. Desde la antigüedad la humanidad ha construido templos de recogimiento y encuentro con Dios o su deidad según la religión que profese.

Los católicos, cristianos ortodoxos, evangélicos, protestantes, adventistas, bautistas, pentecostales, mormones, judíos, musulmanes, budistas y en fin todo tipo de manifestación de fe, necesitan la practica de su culto en las iglesias y templos que se instituyeron milenariamente para elevar el espíritu en ofrenda.

Jesús acudía a la Sinagoga a orar y predicar, Mahoma a la Mezquita, Shiva a su templo, Buda al suyo. El Rey Salomón construye el gran Templo para substituir el Tabernáculo, santuario móvil ordenado por el Señor a Moisés, como centro de culto a Yahvé.

Esta práctica es inherente a la naturaleza humana como manifestación del espíritu, por lo tanto la modalidad virtual, que a raíz del fenómeno de la pandemia se obliga por aspectos de protección a la gente, cumple un propósito, pero vulnera otro, que es el encuentro con Dios bajo los ritos de cada fe.

Para quienes somos católicos y vivimos la eucaristía, no es lo mismo la comunión espiritual que la presencia viva de NSJ en la hostia, es su cuerpo eucarístico que ingresa en cada uno para vivir su comunión.  

Para los cultos evangélicos y otras religiones, es imprescindible acudir a sus iglesias, fundirse con la predica del pastor y sentir el ambiente, la alabanza y recogimiento en presencia viva del Señor. Así mismo el musulmán que acude a su mezquita a orarle a Alá o el budista a Siddhartha Buda.

El Gobierno debe ser consciente de esta necesidad humana de la Colombia Creyente, así como se permite mediante estrictos protocolos asistir al supermercado a adquirir el alimento para el cuerpo, se debe permitir a los fieles a acudir a sus ritos religiosos a sus iglesias templos por el alimento espiritual.

Esto es posible hacerlo con mucha prudencia, pues los asistentes son conscientes de los protocolos y distancias. Los sacerdotes, pastores, rabinos, imanes y demás líderes espirituales son responsables y garantizan el cumplimiento de las normas.

Mas riesgos se corrieron en los días sin IVA, de manera que la Colombia Creyente le pide al Gobierno apertura de los templos para animar la fe.

arangodiego@hotmail.com