Según el reciente Reporte de Estabilidad Financiera del Banco de la República, los hogares colombianos tenían al cierre de febrero pasado deudas por $187,5 billones, de los cuales el 67,4% corresponde a préstamos de consumo y el restante 32,6% a vivienda.
Según el Emisor el crecimiento real anual de esta deuda conjunta se ubicó en 10,2%; la cartera de consumo creció 11,0% y la de vivienda 8,6%.
La carga financiera de los hogares, calculada con la información del buró de crédito TransUnion, disminuyó en 2016, pasando de 22,2% a 19,4%, señaló el reporte.
En el último año los niveles de carga financiera disminuyeron para todos los quintiles de ingreso, en particular para el quintil más bajo.
Los niveles de morosidad de la cartera de consumo registraron una tendencia al alza entre agosto de 2016 y febrero de 2017 en la mayoría de modalidades.
Los préstamos de libre inversión fueron los que más aumentaron durante el período de análisis 60 puntos básicos.
Para el caso de los créditos de consumo, se aprecia que el Indicador de Calidad por Mora, ICM, de la cosecha nacida en el último trimestre de 2016 es el más alto registrado en 4 años, ubicándose por encima de su promedio histórico.
Por su parte, los créditos rotativos exhiben un mayor deterioro de las cosechas del último período de 2016, así como una desmejora en el plazo de seis meses para los préstamos nacidos entre junio de 2015 y el mismo mes de 2016.
Al evaluar las cosechas de los créditos de consumo con el indicador de calidad por riesgo, se encuentra similarmente un deterioro en los créditos nacidos en la segunda parte del año. Así mismo, se aprecia un aumento en el deterioro de estas cosechas a seis meses.
Los niveles de morosidad de la cartera de vivienda permanecieron relativamente estables durante el último año.
Los préstamos de vivienda que exhiben el mayor nivel de morosidad son los denominados en UVR, aunque disminuyó entre agosto de 2016 y febrero de 2017.
Cartera financiera
Revela el estudio del Emisor que entre agosto de 2016 y febrero de 2017, el crecimiento de la cartera total se redujo de 2,5% a 1,2%.
Por modalidad se resalta la tendencia decreciente que exhibieron los créditos comerciales en los últimos seis meses, mientras que la de consumo y de microcrédito mostraron aceleraciones.
Durante el periodo de análisis el Índice de Calidad de Riesgo ICR se incrementó 1,5 puntos porcentuales, ubicándose en 8,9%. Por su parte, el ICM aumentó 60 puntos básicos alcanzando 4,2%.
Lo anterior responde a un mayor ritmo de crecimiento de la cartera riesgosa y vencida con respecto a la total, las cuales se expandieron 33,2% y 23,5%, en su orden, en comparación al 17,8% y 10,3% que crecieron seis meses atrás.
Sector corporativo
La deuda del sector corporativo privado como proporción del PIB se ubicó en 46,3%, registrando un valor 78 pb menor al observado en diciembre de 2015. Esta reducción se dio debido a que el endeudamiento en moneda extranjera con instituciones financieras nacionales disminuyó, y a que el fondeo con proveedores del exterior se redujo a causa de la apreciación.
Las empresas privadas concentraron la mayor parte de su deuda con denominación en pesos (31,4% del PIB).
La deuda del sector corporativo público se ubicó en 10,2% del PIB en diciembre de 2016, 56 puntos básicos menos con respecto al mismo mes de 2015 y revirtiendo la tendencia creciente que venía presentando desde 2012.
Las empresas públicas concentraron la mayor parte de su deuda con denominación en dólares (7,4% del PIB).