Un ciudadano colombiano fue abatido este jueves por militares venezolanos en la frontera entre ambos países, informó la Cancillería de Colombia, que rechazó enérgicamente el "uso desproporcionado de la fuerza" por parte de los uniformados contra connacionales "desarmados".

La cancillería "lamenta profundamente la muerte del ciudadano colombiano, identificado como Libardo Fuentes Hernández, y expresa su más enérgico rechazo al uso desproporcionado de la fuerza por parte de uniformados venezolanos contra el connacional", indicó en un comunicado.

El incidente ocurrió en el sector conocido como "La Roca", a orillas del río Táchira, adonde se desplazaron funcionarios de la Cancillería y del Ministerio de Defensa para "verificar las circunstancias en que se registró esta situación", detalló la nota.

Poco antes el ministro de Defensa, Luis Carlos Villegas, había informado que el hecho ocurrió "en principio y a priori en territorio venezolano, donde fue muerta una persona y detenida otra, ambas dedicadas a extraer material de construcción del río Pamplonita".

La Cancillería enfatizó su "enorme preocupación por el uso excesivo de la fuerza de los uniformados del vecino país contra ciudadanos colombianos que se encontraban desarmados", e hizo un llamado para que se "tomen las medidas correspondientes con el fin de que situaciones como esta no vuelvan a registrarse".

En el incidente fue detenido otro ciudadano colombiano, quien ya se encuentra acompañado por el cónsul de Colombia en San Antonio del Táchira, mientras esa oficina coordina los "trámites de repatriación del cuerpo".

"La Guardia Nacional actuó, en principio digo, dentro de su propio territorio. Vamos a ver si las personas que estaban extrayendo los materiales tenían las licencias correspondientes", indicó Villegas.

La Cancillería exigió a las autoridades venezolanas "iniciar cuanto antes una investigación para esclarecer los hechos y que se apliquen las sanciones a las que hubiere lugar" y pidió la intervención de la Defensoría del Pueblo de Venezuela para atender los derechos de las víctimas. 

Colombia y Venezuela, que han mantenido históricamente una estrecha pero tensa relación, comparten 2.200 kilómetros de una porosa frontera a lo largo de la cual operan contrabandistas, bandas criminales y grupos armados.

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