Lucas Biglia convirtió el tanto que le dio vida a una selección que llegó a Barranquilla con solo dos puntos, pero que mostró un juego compacto, solidario y que bien pudo anotar dos o tres tantos más, en una tarde para olvidar de los dirigidos por José Pekerman. Razones de la derrota nacional.
1. No respondieron.El técnico José Pekerman se la jugó con Macnelly Torres y Teo Gutiérrez, quienes pasaron desapercibidos, en un partido en el que se esperaba que demostraran que estaban para pelear un puesto en la formación titular.
2. No fueron los únicos.Pero no fueron solo Macnelly y Teo los que fallaron. En general la Selección Colombia jugó mal, es más, no jugó, solo vio cómo Argentina le pasó por encima tanto en el planteamiento, como en sacrificio, talento y planificación de las acciones, con un plantel que se decía, estaba minado anímicamente por los malos resultados y por las bajas de elementos determinantes, entre ellos Lionel Messi.
3. Falta de Sánchez. Hay jugadores que no se notan en la cancha, pero cuando no están, sí que hacen falta. Ese es el caso de Carlos Sánchez, quien ayer no actuó por suspensión y la primera línea de volantes se descuadernó, no hubo quien copara espacios entre los zagueros centrales y mucho menos quién hiciera coberturas cuando los laterales se fueron al ataque de manera desordenada porque según los cánones del fútbol solo se debe ir uno de los dos marcadores y Colombia soltó al tiempo a Fabra y Palacios.
4. Imprecisión.Sorprendió la falta de precisión en la entrega del balón por parte de Colombia. Se erró en la salida con los defensas, en el sector medular y los delanteros estuvieron huérfanos en los primeros 45 minutos porque nunca hubo quién les entregara el esférico de manera clara.
5. Ir y venir.En los balones divididos Colombia nunca le ganó a Argentina. Los nacionales siempre llegaron tarde y vieron cómo les pasaba por enfrente sin argumentos para recuperarlo, tenerlo y darle buen uso, cosa que no es nueva porque desde la Copa América de Chile, el mediocampo criollo no funciona y aunque la defensa mejoró, tampoco es que tenga argumentos para ir y ganar una pelota dividida.
6. Sin generación de fútbol.Duele decirlo pero después del Mundial de Brasil, Colombia se quedó sin generación de fútbol. Si no es James, no hay quién sepa qué hacer con el balón, marque los ritmos de juego y ponga a los delanteros en posición de gol, por ello la baja producción ofensiva del combinado nacional.
7. ¿A la defensiva? La historia reciente de la Selección nacional dice que Colombia se volvió un equipo que cuando tiene la necesidad de salir a defenderse, lo hace bien y que puede sacar resultados positivos, como ocurrió el jueves ante Chile, pero que cuando tiene la necesidad de proponer, no tiene cómo hacerlo y lo más preocupante es que en el horizonte no se vislumbra un jugador que le dé una mano a James para echarse el equipo al hombro y saber qué hacer cuando es urgente hacer valer la localía.
8. Se perdió un tiempo. Es costumbre, desde que llegó Pekerman al Banco de Colombia, que siempre se pierden los primeros 45 minutos y ello no se ha perdido en esta nueva etapa. Ayer, el equipo fue un desastre total en todas las líneas, mientras que Argentina tuvo el balón, supo manejarlo, atacar, aprovechar los espacios, capitalizó los errores del local con un gol, el de Biglia al minuto 20 y cada vez que quiso le creó problemas a David Ospina por el mal retroceso del mediocampo y la defensa nacional.
9. ¿A qué juega?Uno de los grandes problemas de la Colombia actual es que no se sabe a qué juega James Rodríguez. Sí, ante Chile hizo el gol, pero la verdad es que se le ve desubicado porque no es el creativo como tal, pero tampoco es mediapunta.
10. Flojos por arriba.Otro problema de Colombia es que en el juego aéreo da muchas ventajas y aunque ayer Argentina, que con un juego compacto, colectivo, solidario y por los costados no utilizó mucho el balón arriba, las deficiencias criollas estuvieron al descubierto y además en ataque, tampoco se ganó.
11. La primera.En la era de Pekerman al frente de la Selección, la de ayer fue la primera derrota como local, dolorosa porque fue ante un rival considerado directo en las aspiraciones de clasificar, porque se perdió jugando muy mal, o mejor viendo jugar al rival, y porque era un partido que se esperaba fuera el del despegue.