“El país está nadando en coca y ahora vamos a naufragar en coca”, advirtió el procurador Alejandro Ordóñez en carta enviada al ministro de Justicia, Jorge Eduardo Londoño.
En la misiva, Ordóñez le solicitó a Londoño que se convoque con urgencia el Consejo Nacional de Estupefacientes con el fin de revisar la decisión que adoptó el Gobierno nacional de suspender la aspersión de cultivos de coca en mayo de 2015.
Así mismo, el jefe del Ministerio Público propuso que dentro de la agenda del Consejo se realice un examen de ingresos recibidos por las organizaciones de narcotráfico provenientes de la expansión de los cultivos de coca y el impacto que dicho aumento tendrá en la seguridad, además, realizar una revisión de los planes y recursos disponibles que tiene el Gobierno nacional en esta materia.
Según la carta de Ordóñez, la Procuraduría, en cumplimiento de sus competencias constitucionales, realizó esta solicitud al evidenciar el debilitamiento progresivo de la política contra los cultivos ilícitos y el crecimiento de las hectáreas de coca. El jefe del Ministerio Público recordó que desde 2014 ha denunciado esta situación, pero la respuesta del Gobierno en conjunto con la Fiscalía de ese entonces, se concretó en el desmantelamiento casi total de la lucha contra dichos cultivos.
Advirtió el procurador Ordóñez que el Gobierno renunció a perseguir este delito y permitió el fortalecimiento del narcotráfico en aras de complacer las demandas de las Farc, conducta que favorece a las bandas criminales y las estructuras de las Farc y el Eln dedicadas a esta actividad. Además, podría beneficiar a aparatos criminales como el Frente 1 de las Farc que se conviertan en “disidencias” y mantengan la violencia en las zonas donde delinquen.
Ordóñez aseguró que las cifras se quedan cortas frente a la gravedad del problema y citó datos proporcionados por el Sistema Integrado de Monitoreo de Cultivos Ilícitos –SIMC– de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito que muestran un incremento de 42 por ciento de hectáreas de coca entre 2014 y 2015.
“El ritmo de crecimiento indica que a 31 de diciembre del año pasado el país pudo haber llegado a 200.000 hectáreas cultivadas de coca”, sostuvo.
Erradicación manual
Para el procurador el número de hectáreas es aún mayor a septiembre de 2016, teniendo en cuenta que no se está haciendo aspersión aérea y recordó lo señalado por el fiscal Néstor Humberto Martínez sobre el tema: “La política de erradicación manual no ha podido desarrollarse con el éxito que sería deseable”.
Ordóñez también le previno a Londoño sobre el crecimiento de la productividad de las hectáreas de coca, en especial los cultivos de la coca madura e indicó que su extensión se duplicó desde 2012.
Señaló que de acuerdo con el Informe del Departamento de Estado, “la producción de cocaína pura aumentó 67 por ciento, pasando de 250 toneladas métricas en 2014 a 420 en 2015. La producción será mayor en 2016 considerando que muchas de las nuevas plantas sembradas en 2014 y 2015 están ya maduras”, tras lo cual Ordóñez se preguntó “¿cómo puede el Gobierno omitir tan delicada situación?”.
El procurador Ordóñez también percató al Ministerio de Justicia sobre el aumento en 72 por ciento de la cocaína con calidad de exportación, la cual pasó de 325 toneladas en 2014 a 560 en 2015.
“De acuerdo al Informe citado, la cocaína documentada que sale de Colombia a Estados Unidos ascendió un 81 por ciento: de 293 toneladas a 529 en 2015. Más tráfico de cocaína a ese país a través de Centroamérica y el Caribe agudiza los complejos problemas de seguridad en México, Guatemala, Honduras, Nicaragua y El Salvador, donde se ubican corredores que utilizan los narcotraficantes”, escribió Ordóñez, agregando que “la pasividad del Gobierno colombiano agrava la seguridad regional”.