En la apertura del primer congreso de Grupos de Acción Unificada por la Libertad Personal (Gaula), el ministro de Defensa Nacional, Juan Carlos Pinzón, reveló que este año se pondrán en funcionamiento el Gaula Élite, de las Fuerzas Militares, y el Cibergaula, de la Policía Nacional.
Los Gaula Élite serán de orden nacional para ser empleados a discreción por los mandos militares cuando se tengan casos complejos de extorsión. Por su parte, para el segundo semestre de 2015, los Cibergaulas implementarán la tecnología para combatir los delitos informáticos y la extorsión cibernética que emplean los criminales, aprovechando y robando información detallada de los usuarios.
En el marco de este congreso, que desde este jueves reúne en Bogotá a los comandantes de los gaulas militares y policiales, los fiscales delegados y los coordinadores del CTI encargados de la prevención y combate a esta conducta criminal, se establecerán vínculos y se analizará cómo reducir el aumento de la problemática del secuestro, extorsión y microextorsión.
El ministro Pinzón manifestó que ese escenario servirá, además, para analizar “como integrar en un sistema operativo las Fuerzas Armadas, las judiciales y los diferentes servicios del Estado, para producir más resultados frente a los escenarios de multicriminalidad que se dan hoy en día”.
“En los Gaula se mezcla el esfuerzo militar, policial y el de la justicia; ninguno por sí solo habría podido enfrentar los retos del secuestro y la extorsión que ha tenido el país. Ha sido la integración de las capacidades lo que le permite hoy al país bajar en una década al 10 por ciento el secuestro: hace 10 años se tenían 1.300 secuestros al año, hoy hay menos de 300”, reveló Pinzón.
Luego de identificar las problemáticas y los escenarios de multicriminalidad para financiar las actividades delincuenciales, como el narcotráfico, el contrabando y, por supuesto, el secuestro y la extorsión, Pinzón subrayó que estos retos se deben prevenir y combatir con respuestas interagenciales e integrales.
“Las amenazas y los delitos ya no necesariamente provienen de grandes estructuras armadas o de grandes organizaciones, sino de delincuentes comunes. Esto requiere una respuesta apropiada e integral. La extorsión se paga por temor, no como donación; es un delito que está considerado contra la vida y la libertad personal”, manifestó Pinzón.
Reveló que de los 4.888 casos de extorsión clásica denunciados en 2014, 419 son hechas desde las cárceles. Por ello, apuntó, el Gobierno nacional tomó la decisión de bloquear –en los próximos meses– las señales en 16 de estos centros de reclusión. “El primero de ellos será, en marzo próximo, la Cárcel Distrital El Bosque, en Barranquilla, y seguidamente las demás”.