El recorte de la previsión del comercio mundial a 2,5 por ciento para este año de la Organización Mundial del Comercio, OMC, demuestra que la desaceleración de la economía no es sólo de Colombia.
Así lo sostuvo el ministro de Comercio, industria y Turismo, Sergio Díaz-Granados, al pronunciarse sobre este hecho, cuando inicialmente el organismo había fijado el crecimiento en 3,3%.
Según el Ministro, la medida de la OMC responde a la desaceleración que aún persiste en Europa que continúa reduciendo la demanda mundial de importaciones. Con ese escenario de fondo, el funcionario ratificó cómo las ventas externas de los diferentes países se han limitado por la escasa demanda del Viejo Mundo, situación que también ha incidido en el comportamiento de las exportaciones colombianas.
Pese a ese entorno complejo, en Colombia las exportaciones del sector manufacturero se mantuvieron al alza en los 7 primeros meses de 2013, cuando sumaron 5.871 millones de dólares, para un aumento de 4,1% y una participación de 17,3%.
Aunque en el período las ventas externas totales del país registraron una disminución de 4,3%, al llegar a 33.938 millones de dólares, de acuerdo con el Ministro, ese fue el segundo mayor valor exportado histórico por Colombia en un período de los primeros siete meses del año.
El funcionario recalcó que la desaceleración no es exclusiva de Colombia. Por ejemplo, explicó, para ese período, las ventas en Brasil y Costa Rica decrecieron en 2,2% y 1,3%, respectivamente.
Respecto a lo que se prevé para el comercio mundial en 2014, la OMC bajó la previsión de 5% a 4,5%, de acuerdo con la decisión dada a conocer por el nuevo director del organismo, Roberto Azevedo. El informe detallado sobre las nuevas metas del comercio mundial se dará a conocer el 19 de septiembre.
Las previsiones iniciales fueron presentadas en abril por el predecesor de Azevedo, Pascal Lamy, quien advirtió que la amenaza del proteccionismo podría ser mayor que en cualquier otro momento desde el inicio de la crisis económica debido a que la falta de políticas de crecimiento podría llevar a los países a levantar barreras a las importaciones.